El neurocirujano Leopoldo Luque, que atendió a Diego Maradona en sus últimos meses, dio su versión sobre la muerte de El Diez el último sábado en carácter de invitado en La noche de Mirtha. 

Consultado por Juana Viale por el cambio de carátula –de homicidio culposo a homicidio simple con dolo eventual– es especialista aseguró que “es difícil. Uno trata de entender los fundamentos. Honestamente no lo encuentro. Lo que sí en cierto modo disminuye, la ansiedad y la tristeza es que es etapa de acusación”.

Seguido, el especialista indicó que “la condena social” no le pesa y agregó que no era el médico de cabecera de Diego, sino que era “el médico de confianza”.

Diego tenía algo difícil cuando no quería ver a alguien. Hasta que lo convencí. Y ante los hematomas que tenía en la cabeza, si bien otros médicos tenían otra opinión, en la Clínica de Olivos todos estaban de acuerdo conmigo y decidimos operarlo”, relató Luque, quien indicó que fue el propio centro médico el que “pidió la externación”

“Diego venía estando mal, con sus problemas de adicción. Pero siempre se reponía", señaló en otro momento de la charla y afirmó: “Diego me dijo que si se moría era su problema. Hizo muchas cosas sin consultarme. Y con la cuarentena, Diego sintió bastante tristeza”.

Luque también relató una situación que protagonizaron Víctor Stinfale, Diego y él en la habitación de la clínica y a horas de la operación a la que fue sometido el ex futbolista por un hematoma subdural.

“Entró el doctor (Víctor) Stinfale en ese instante. Lo abraza. Yo no lo conocía en persona. Vino con un médico que yo no conocía. Pero el doctor no era neurocirujano. Diego lo escuchó. Yo me quedé a un costado. Entonces Diego se levanta de la cama. Se le pone cara a cara a Stinfale y le dice: «Me opera Luque o no me opera nadie». Stinfale dijo que venía en representación de la familia. Yo participé de la cirugía. No era el principal. Pero la caja de cirugía era mía. Fue para no armar conflicto.” 

En su descarga, Luque detalló que “es típico de los hematomas de ese tipo que los pacientes tengan períodos de lucidez y otros no tanto” pero que “ahí estaba intacta”.

El neurocirujano también se refirió a la frase “el gordo se va a cagar muriendo” dicha por el especialista y que se hizo pública a través de la filtración de unos audios.

“Está descontextualizada. Es muy feo. Pedí disculpas. Me arrepiento –admitió–. Era camino a verlo a en el momento que me habían avisado que hacía treinta minutos que estaban masajeándolo”.

“Hay cosas que uno dice que tiene que pedir perdón. Decir eso de Diego está mal. Pero que no se confunda, no lo traté mal”, señaló Luque.