Nací y crecí en Brasil en una cultura joven y única marcada por la diversidad y la abundancia de estilos y cruces originales. Mi música expresa todas esas músicas que son bellas porque son variadas. Soy una criatura de mi medio”, afirma Marisa Monte a Rosario3. 

La vocalista y multiinstrumentista acumula tres décadas de escribir y mostrar sus canciones en un camino heredero del tropicalismo que, orgánicamente, amalgamó con el soul, el jazz, el samba y el pop, por citar algunos de los géneros a los que resignificó con voz propia esta artista nacida en Río de Janeiro el 1º de julio de 1963.

“Siempre estoy en un proceso de producción, con muchas colaboraciones y asociaciones. Siempre estoy en la búsqueda de expandir las posibilidades musicales. Amo hacer música, sea con la voz, la mente, el alma, el corazón, sola o acompañada”, sostiene quien fue capaz de unir en su apetito expansivo a Arto Lindsay, Ryūichi Sakamoto, Laurie Anderson, Cesaria Evora, Nando Reis, Julieta Venegas, Timbalada, Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown.

Siempre estoy en la búsqueda de expandir las posibilidades. Amo hacer música, sea con la voz, la mente, el alma, el corazón, sola o acompañada"

Luego de diez años sin editar un disco solista con nuevos temas, Monte lanzó el último año Portas, placa que la embarcó en una gira internacional que el próximo 25 de septiembre la traerá al teatro El Círculo de Rosario con “un concierto audiovisual” en el que repasará antiguas y nuevas canciones.

Es un espectáculo que va más allá de la música en el que las imágenes potencian a las canciones y los sentidos”, adelanta la artista en las respuestas que devolvió por escrito a este portal sobre la puesta que replica una suerte de “caja escénica” y que fue diseñada a partir de la serie “Fundos”, de la artista plástica Lúcia Koch.

“La idea era crear, apelando a la imaginación, un diálogo entre el mundo interior, marcado por el aislamiento y el confinamiento (pandémicos), y el mundo exterior. Jugar con el sonido, lo poético y lo lúdico”, abunda.

Para alcanzar ese concepto es que trabajó desde un principio con un equipo de creativos, editores, programadores e iluminadores bajo la dirección de Batman Zavareze y Claudio Torres.

Junto a Marisa Monte estarán en el escenario rosarino los músicos Dadi (teclado y guitarras), Davi Moraes (guitarras), Pupillo (batería), Pretinho da Serrinha (percusión, cavaquinho), Chico Brown (teclado, guitarra, bajo y voz), Antonio Neves (arreglo de metales y trombón), Eduardo Santanna (trompeta) y Oswaldo Lessa (flauta y saxo).

Puertas y la polisemia


«Portas» encierra muchos significados: transformaciones, oportunidades, pasajes, cambios, apertura, encierro. Estas pueden ser hacia afuera o adentro. Internamente, las puertas se abren para el pensamiento y la imaginación donde todo puede ser sentido y pensado. El arte es un catalizador que abre la conciencia hacia una existencia más interesante”, apunta Monte al ser consultada sobre la canción (una de las 16) que da nombre a su regreso discográfico en solitario.

Si bien el álbum estaba resuelto (en buena medida) desde antes, la irrupción del coronavirus modificó los planes.

“La mayoría de las canciones ya estaban listas cuando comenzó la pandemia, inclusive «Calma» –añade Monte–. «Pra Melhorar», por ejemplo, la grabé con Seu Jorge y con su hija, Flor, en Los Ángeles hace cinco años. Pero el aislamiento me dio un tiempo extra. En ese plazo, en el que no podía ir al estudio, compuse tres canciones: «Vagalumes», «Sal» y «Você não liga».”

Y continúa: “Después, fue un gran desafío grabar durante la pandemia. Optamos por un método de producción mixto, alternando grabaciones presenciales en Río de Janeiro con otras remotas en Lisboa, Madrid, Barcelona, Nueva York y Los Ángeles. Para mi sorpresa, la tecnología nos permitió experimentar otras formas de encontrarnos que, de no ser por la necesidad, no hubiéramos intentado”.

Creo que la tecnología democratizó los medios de producción musical"

Para la compositora de “Vilarejo”, la conectividad digital "hizo que Portas terminara siendo mi álbum con mayor número de colaboraciones internacionales y grabado en la mayor cantidad de ciudades, todo sin salir de Río y sin perder el espíritu y el calor colectivos”.

En línea con los cambios que introdujeron las TIC en la producción, distribución y consumo cultural, Monte habla de su “intento por evolucionar junto con el mercado y la tecnología, aprendiendo siempre y buscando adaptarme a los nuevos formatos.”

“Disfruto mucho de la libertad que existe hoy de pensar cada lanzamiento de una forma única y de experimentar maneras diferentes de mostrar mis canciones al mundo. Creo que la tecnología democratizó los medios de producción musical.”

En la década que transcurrió desde la salida de O que você quer saber de verdade, Marisa editó el disco en vivo Verda De Uma Ilusao y el grandes éxitos Coleção; grabó y presentó el segundo álbum de Tribalistas –el tridente sonoro que conforma junto a Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown–; produjo a Mina y a Cesaria Evora; aumentó su lista de colaboraciones (David Byrne, Timbalada); y volvió a reunirse con Arto Linday, Ryūichi Sakamoto y Seu George para un proyecto en conjunto con la Academia de Música de Brooklyn (Nueva York).

“Ese proyecto surgió de una invitación para que ofreciera una presentación en la Academia. Como tengo una relación de muchos años con Nueva York en la que construí lazos artísticos y amistades, creé Samba Noise, un show que promovía un diálogo musical entre ambas ciudades-puerto (Nueva York y Río), muy ricas culturalmente, que unen tradición y vanguardia con mucha personalidad. Desde Brasil, llevé un cuarteto fenomenal liderado por Seu Jorge. Y en Nueva York, Arto Lindsay, el maestro Ryūichi Sakamoto y Robert Lowe procesaban todo en vivo con sintetizadores y efectos sonoros. ¡Fue increíble!”.

Deseo un país más justo, menos desigual, con más voz para las minorías y más espacio y escucha hacia las mujeres; un país con más respeto y colaboración en pos del bien común"

—La influencia cultural de Brasil es vasta y continua, en la música y otras artes. ¿Cómo ves vos esa realidad siendo parte de ese colectivo?
—Es difícil para mí hablar del impacto de mi obra en otras personas. Quizás, es más fácil hablar de lo que ocurre con grandes artistas que están en mi vida, en mi mente y en mi corazón. Nací y crecí en Brasil, en una cultura joven y única marcada por la diversidad y la abundancia de estilos y cruces originales. Mi música expresa todas esas músicas que son bellas porque son variadas. Soy una criatura de mi medio”.

—El próximo 2 de octubre Brasil elige nuevo presidente. ¿Qué expectativas tenés sobre el futuro de tu país y cómo viviste estos últimos años?
—Deseo un país más justo, menos desigual, con más voz para las minorías y más espacio y escucha hacia las mujeres; un país con más respeto y colaboración en pos del bien común. También deseo que haya más respeto hacia el medio ambiente, los pueblos originarios, la ciencia, el arte, la cultura y la educación. Quisiera una clase política más comprometida con el país.

—Si pudieras elegir una, ¿qué canción de otra música u otro músico te hubiera gustado componer?
—Son tantas que siento que decir “esta” o “aquella” es una de esas preguntas que no tienen respuesta

Marisa Monte se presentará en Rosario el domingo 25 de septiembre a las 20 en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza). Las entradas pueden adquirirse a través del sistema Ticketek.