El actor Alfonso Grispino, popularmente conocido por su personaje Flavio Pedemonti en Todo por dos pesos, murió el sábado por la noche a los 88 años, a causa de una muerte súbita. La noticia la dio a conocer Beto Casella, con quien había compartido 15 años en Bien levantado por Radio Continental, con su personaje Bartolo.

"Se nos fue don Alfonso Crispino (sic). “Bartolo”, para nuestro programa de radio durante 17 años. Vivió una linda vida. Y le hizo una gambeta final al deterioro que venía. Descansa en paz, seguro", expresó su dolor el conductor en sus redes sociales.

Grispino saltó a la fama en el comienzo de este siglo, gracias a su entrañable personaje que representaba a un futbolista polémico, irreverente y con serios problemas de adicciones. Cuando comenzó esa aventura en el programa Todo por dos pesos, ya pasaba los 60 años, por lo que la popularidad le llegó ya siendo jubilado metalúrgico.

Junto a Fabio Alberti y Diego Capusotto, tuvo también otros papeles en diferentes sketches en el programa que emitía la Televisión Pública, como el Doctor Dyango, pero sin dudas fue Pedemonti el que lo llevó a lo más alto, incluyendo una campaña publicitaria para una marca de cerveza. "Lo que importa es la cerveza", era su eslogan.

Con problemas económicos, como muchos a fines de los noventa, llegó a "Todo por dos pesos" buscando suerte como extra en un programa de bajo costo que terminó cambiándole la vida. Hasta ese momento, su papel más importante había sido en La banda del Golden Rocket, cuando hizo del rabino que casó a los personajes interpretados por Marisa Mondino y Julián Weich.

En 2009 llegó a la pantalla grande con una película producida por la banda de rock Kapanga: "Todoterreno, la película".

Desde 2008, junto al staff que comanda Beto Casella y en diferentes radios, llenó de humor las mañanas con su personaje de Bartolo.

Este sábado por la noche, tal como aquel entrañable Pedemonti, Grispino le hizo un "Fuck shu" a la vida, pero dejó el recuerdo para todos aquellos fanáticos del programa humorístico de culto más representativo de la primera década de los 2000, según publicó Clarin.