​El último viernes, el periodista y crítico musical Oscar Jalil presentó en Rosario su libro Luca Prodan. Libertad divino tesoro (Planeta), centrado en el ex frontman de Sumo.

Organizado como una biografía coral, el texto reconstruye en orden cronológico distintos momentos en la vida del cantante, tanto instancias previas como y posteriores a la formación de Sumo.

“La investigación me llevó unos tres años y medio. Las primeras entrevistas fueron en enero de 2012, con Andrea Prodan (hermano de Luca). Y después empecé sumar testimonios  de todos aquellos lo que habían conocido a Luca”, explicó Oscar Jalil a Rosario3.com.

Para el autor, la vida de Luca fue “un escape permanente”: “Se fugó de la escuela, del Servicio Militar, se vino aquí escapando de la heroína; y siempre a favor de la libertad, de su libertad”.

En los 18 capítulos y 500 páginas que conforman Libertad se leen las declaraciones de los distintos integrantes del grupo –a excepción de Ricardo Mollo y Roberto Petinatto, que declinaron su participación–, músicos, amigos, novias y diferentes managers.


El libro presenta una postal intrafamiliar; la vida de Luca en Escocia, Londres y Roma; su relación con la heroína –“con una mirada un poco más científica”–; su llegada a la Argentina sin intención alguna de gestar una banda; cómo la Guerra de Malvinas lo cruzó a él, que cantaba en la lengua de Shakespeare y tenía en la primera formación de Sumo una baterista inglesa; y el modo en que la prensa de la época corrió –muchas veces– detrás de la apuesta sonora del grupo.

También da cuenta de la felicitación que Luca recibió de María Perego (creadora del Topo Gigio) por la traducción que hacía del personaje en los capítulos que se emitían en el país, como así también de su extensa colección de simples “robados” a la Virgin.

Entre otros ejes que tuvo la extensa charla, Jalil señaló que Prodan rompió ”con cierto código diplomático que había en el rock argentino donde nadie hablada de disputas entre los músicos o nadie se criticaba”, que Sumo fue “una banda incómoda para los demás (músicos) porque ponía en tela de juicio ese lugar ganado en rock argentino” y que el grupo “sigue sonando atemporal”: “Es una de las pocas bandas de los ’80 en las que vos decís «no sé cuándo se editó esto»”.