Tras el velatorio de la periodista Débora Pérez Volpin, su esposo, Enrique Sacco, rompió el silencio y habló con los medios sobre el difícil momento que atraviesa. Dijo que no hay "rencores" pero que irá por "la verdad".

"Todos en la familia queremos agradecerles inmensamente el afecto, el respeto y la consideración que han tenido. Son momentos de mucho dolor", dijo el también periodista a la prensa a la salida de la Legislatura porteña, lugar donde fue velada la ex cronista de TN.

“No podemos entender cómo nos ha cambiado la vida de un día para el otro", afirmó Sacco, visiblemente emocionado. "No la despido porque la voy a amar toda la vida".

En el diálogo con la prensa, aclaró: "No tenemos rencores, no tenemos deseos de venganza, lo único que queremos saber es la verdad".

Débora Pérez Volpin falleció el último martes tras un paro cardiorespiratorio, mientras se le realizaba una endoscopía en el Sanatorio de la Trinidad, de Buenos Aires. Tenía 50 años.

A fines de la semana próxima se sabrá –con el resultado del análisis de los tejidos extraído en la autopsia– si las lesiones en el estómago y el esófago halladas en el cuerpo de la periodista se produjeron durante aquel estudio.