En el primer gol de Rosario Central ya lo vimos. Dos nueves en el área pueden sumar sin restar. Así hacen Larrondo-Ruben. Obviamente no están solos y si reciben en el área muchas veces es a través de la intervención de Pinola. En Mendoza, el defensor condujo con la pelota a sus pies hasta ver espacios libres.

La mayoría de los equipos del fútbol argentino plantean su sistema defensivo en un 10vs10. Un jugador marca a otro. Individual, nada zonal. Vean a Fernández, el 9 que jugó de extremo derecho y que su misión tenía claro perseguir a Villagra. Se olvidó de la pelota y de los espacios y sólo tuvo en cuenta el hombre rival. Se abrió más de la cuenta y a Pinola se la abrió el camino. Destinar el empeño defensivo de un jugador solamente a otro hombre, lo reduce hasta el punto de olvidar el sentido cooperativo vital en todo equipo.  Volver a ver el gol y prestar atención a la libertad de Pinola pero para no perder el eje de este artículo, también observar los movimientos de Marco Ruben y Marcelo Larrondo.

Con Larrondo, Central gana variantes. O aprovecha que los rivales presionan tan intensos como individualmente y se la pasan a Pinola que se encarga de tomarse los tiempos necesarios para que un rival lo venga a apretar y quede un compañero libre, o el equipo canalla la lanzará larga porque sabe que Larrondo ahí estará. Y se la tiran porque Larrondo la aguanta bien, aunque a veces parece débil, otras se cae al piso antes de la cuenta o comete falta.

Larrondo da variantes porque es un 9 que puede sumarse a otro goleador. Porque hace todo lo anterior y además tiene buena velocidad:

Y si la pelota cae cerca del área, también sabe estar posicionado para complicar y ocasionar peligro.

La incorporación de Pinola ha sido lo más determinante en el juego canalla en este torneo. Pero la de Larrondo multiplicó las posibilidades de ataque del equipo. Los movimientos de Larrondo hacen que los centrales del rival no solamente estén atentos a Ruben. Con Larrondo, Central puede tener un ataque aún más impredecible para el rival.