El 26 de octubre próximo la Cámara de Diputados le dará media sanción al Presupuesto nacional 2023 y luego se augura un paso rápido por el Senado. El paso siguiente sería una serie de medidas para estabilizar la inflación. De esto se está hablando en todos los ámbitos. Por un lado porque se aproxima diciembre, mes de aguinaldo y mayores ventas, lo que históricamente se tradujo en mayor inflación. Por otro, el ministro Sergio Massa tomó el comando de Economía para contener la inflación y construir expectativas a la baja. Es una condición inicial para recuperar performance electoral en 2023, aunque la faena involucra otras tareas críticas: cumplir con el fondo, ordenar variables esenciales de la macroeconomía y no perder identidad política, de la cual el cristinismo funciona como celoso guardián. En simultáneo, el Frente de Todos buscará suspender las Paso, a pesar de la oposición del presidente y otros sectores. El objetivo es retrasar el cronograma electoral y ganar tiempo para que algunos números, aun cuando no logren corregirse, al menos converjan hacia los resultados deseables.

Esto repercute directamente sobre el escenario político provincial, porque si bien acá no se suspenderán las elecciones primarias, permite atrasar el calendario de las elecciones provinciales.

Así como Massa ganaría tiempo para operar sobre la economía, el gobernador Perotti puede imaginar lo propio en materia de Seguridad. El viernes pasado exigió de forma “enérgica” resultados a su ministro Rubén Rimoldi en la reunión que mantuvieron en Rosario. Rimoldi venía de sufrir una derrota interna: había pedido la renuncia de la secretaria de Coordinación y Administración Financiera del ministerio, Ana María Morel, cuando a último momento se enteró que no lo acompañaría a la convocatoria de la Comisión Bicameral de Seguridad de la Legislatura. Su presencia era relevante porque el ministro asumió hace poco y la continuidad de los números está en la cabeza y los papeles de Morel. Desde el Ministerio de Coordinación le pidieron la renuncia, pero al final del día hubo marcha atrás y la funcionaria se quedó en el cargo. Ayer nadie en la Casa Gris podía asegurar que el próximo miércoles, cuando Rimoldi vuelva a presentarse ante la Comisión Bicameral, lo haga acompañado de Morel.

¿Quién es Ana Morel? Según quién hable, es una funcionaria, eficiente y muy puntillosa en el manejo de los recursos o una piedra en el zapato que obstaculiza la gestión. Marceo Sain la hizo correr y en su lugar puso a su cuñado, que dio luz verde a una licitación multimillonaria que terminó frenada por la Justicia y por el propio gobernador ante las sospechas de direccionamiento. Volvió cuando asumió Jorge Lagna y sobrevivió en el cargo con Rimoldi. Todo en un contexto de subejecución notable de presupuesto y partidas: promediando octubre está ejecutado recién en un 55% según confirman fuentes de la propia Casa Gris a Rosario3. A eso se suma el famoso tema de la partida especial de 3.000 millones que mandó el gobierno nacional a fines de 2020 que aún no se ejecutó.

La oposición ha sabido observar, señalar y aprovechar esta situación y por eso cita a Morel junto con el ministro. Pretende, con lógica, explicaciones por los niveles bajísimos de ejecución presupuestaria, incluso con el beneficio de la ley de emergencia vigente; y a la vez saca provecho de estos cortocircuitos dentro del oficialismo.

Siempre se mencionó a Morel como la funcionaria de confianza de Walter Agosto, pero algo cambió de un tiempo a esta parte. El ministro de Economía se encarga de hacer saber que Morel no le reporta, y que no es a él a quien tienen que preguntarle por lo que hace o deja de hacer la secretaria.

Aguantar los trapos

 

Cuando el gobernador le exigió resultados a Rimoldi todavía faltaba que apareciera en los alrededores de Telefé Rosario una brutal amenaza contra el periodismo. Tiempos difíciles para trabajadores a los que también los narcos exigen silencio. La existencia del periodismo es una lucha contra el silencio, es su esencia, pero el episodio de esta semana lleva a una escala ampliada lo que hasta aquí habían vivido periodistas puntuales como Hernán Lascano o Germán de los Santos, por citar el caso de los autores del libro sobre Los Monos. El trapo con la amenaza vuelve vívido lo latente, obliga a las autoridades a una mayor atención y a disponer medidas como las que se ordenaron en las últimas horas a la policía, en referencia a aquellos operativos en los que hay presencia periodística. También obliga a revisar el proceso de decisión sobre coberturas periodísticas, el cuidado mutuo entre compañeros de trabajo con diferentes labores, roles y jerarquías y, por supuesto, el paraguas protector de las empresas periodísticas. No son tiempos normales, en una ciudad con niveles y modos de violencia anormales. Por lo tanto las acciones deben ser dramáticamente diferentes.

Los números de 2023

 

El lunes pasado el intendente Javkin se reunió con las autoridades de la UCR y el PRO. Si bien el encuentro abrió expectativas político-electorales, quizás el tema más relevante fue el proyecto de presupuesto provincial 2023. 

Javkin le transmitió a los partidos de Juntos por el Cambio –y el paso siguiente será con el socialismo, que es el bloque con más diputados– su preocupación con respecto al convenio de salud, por el cual desde los tiempos de Hermes Binner en la Gobernación, la provincia financia la alta complejidad del sistema municipal. Javkin explicó que el Presupuesto 2023 prevé un 14% más de lo ejecutado este año, porcentaje ínfimo en relación a la inflación esperable. Hasta ahora la actualización inflacionaria se salvaba con la autorización para que parte de los excedentes de recaudación vayan al convenio de salud de Rosario, pero esa cláusula habría desaparecido del proyecto 2023. También marcó un bajo nivel de obras de infraestructura para el departamento Rosario en proporción a otros y puso como ejemplo el departamento Castellanos, cuya cabecera es Rafaela. Hay otro planteo común de los intendentes (por ahora de la oposición) que pretenden alguna compensación ante el tope de aumento al impuesto a las Patentes que figura en la ley impositiva que acompaña el presupuesto. El tope limitaría los ingresos coparticipables de municipios y comunas, que reciben el 95 por ciento de ese tributo, mientras los gastos evolucionan por inflación.

Frentistas sí, cambiemistas no

 

En el encuentro se habló de política electoral. Todos los que estaban allí están convencidos de marchar hacia a un gran frente electoral provincial. La condición de Javkin es que sea una alianza de carácter provincial y autónoma de Juntos por el Cambio, mientras que el PRO, sobre todo la línea macrista pura, presiona por un alineamiento a nivel nacional, partiendo de su lectura de que “la marca nacional de Juntos por el Cambio es mucho más potente que cualquier candidato local”. 

En esa línea el PRO traerá el 29 a Patricia Bullrich y este miércoles llevará a María Eugenia Vidal a Rafaela, la ciudad del gobernador Perotti. La convocatoria es en nombre de Juntos por el Cambio pero parte de la UCR no será parte de la foto porque no están dispuestos a dar señales de fortalecimiento de Juntos por el Cambio en tiempos que se intenta armar un frente provincial y atraer a partidos como el PS o Creo que no quieren ser parte de eso. Se sacarán la foto con Vidal pero por separado, en Rosario y un día antes. 

En el socialismo la decisión de ser parte de un frente electoral ampliado se tomará formalmente una vez que se conozca el cronograma electoral de la provincia. La idea es convocar a un congreso partidario un mes antes de la inscripción de alianzas y definir allí la política coalicionista.

En la UCR dan por descontada la participación del PS y atribuyen a una diferencia de tiempos su incorporación. Por otra parte, este miércoles se realizará en la capital provincial el último plenario territorial de un proceso de consulta y debate sobre el futuro del partido que se hizo en casi toda la provincia y del cual sólo se ausentó el sector Bases. Esas rondas, según las fuentes consultadas, reafirmaron la vocación frentista, pero con especial hincapié en cuidar la identidad. 

A diferencia de cierto triunfalismo opositor, para el socialismo el escenario electoral en Santa Fe está abierto, lo que hace que cualquiera que sea competitivo en las Paso, y que esté en un rango de entre 10 y 20 puntos de cualquiera de los dos grandes frentes, es un potencial gobernador o gobernadora. Esa idea justifica el incesante derrotero por pueblos, ciudades y medios de Clara García. Según este análisis, “el sector que esté ordenado y tenga plan, equipo y candidato tiene posibilidades”. 

En el radicalismo la decisión de ser parte no está en duda. Tampoco la precandidatura a gobernador de Maximiliano Pullaro, cabeza de un potente proyecto territorial que en las últimas semanas sumó el respaldo de nuevos presidentes comunales y un intendente. Además, Pullaro y su sector creen que el fracaso en materia de seguridad del actual gobierno revaloriza su gestión como ministro, el único que duró los cuatro años de mandato, habla del tema y está dispuesto a mostrar y defender su gestión.

Donde hubo movimientos fue en el otro sector radical, cuyo vértice y articulador es el diputado Julián Galdeano. Allí hay decisiones en veremos. La prioridad como precandidata para Carolina Losada no está en discusión, pero la sopresa fue que esta semana el senador provincial Hugo Rasetto, con la venia de Galdeano, se propuso como precandidato cuando todo indica que si no es Losada será el otro senador nacional, Dionisio Scarpin. No es porque Scarpin no quiera sino porque Losada tiene un nivel de conocimiento, llegada en los medios porteños y mide alto en las encuestas. De hecho ayer le confirmó a Rosario3 que si no va Losada él será candidato. 

Lo de Rasetto se da después que Mauricio Macri dejara un guiño para una postulación de Scarpin, quien tuvo un activo rol en contra de la expropiación de Vicentin como intendente de Avellaneda. “Debe haber molestado a algunos del PRO, a nosotros para nada”, dicen en ese sector del radicalismo a la hora de negar que lo de Rasetto sea un tirón de orejas para Scarpin. Por lo pronto este lunes Galdeano, Losada y Scarpin inician una recorrida de punta a punta de la provincia: primero por Avellaneda donde esperan celebrar un triunfo en las elecciones municipales de este domingo; luego por Tostado y Villa Minetti; y el martes por Rosario con María Eugenia Vidal.

Bruma peronista

 

La hiperactividad en el arco opositor contrasta con los escasos movimientos que exhibe el peronismo santafesino. En primer lugar sobresale el silencio del peronismo que no se siente protagonista de un gobierno perottista. En el caso del descuento salarial a los docentes, ese silencio dio paso a una crítica abierta y franca. 

Con respecto al año electoral que se avecina, mucho está supeditado a los movimientos que haga o deje de hacer el gobernador. Eso no impide que Leandro Busatto, Marcos Cleri, Roberto Mirabella y Marcelo Lewandowski recorran la provincia. El peronismo necesitará sí o sí de una primaria competitiva para fortalecer a quien sea su candidato finalmente.

También hay un condicionante nacional muy importante. Es difícil para un dirigente del peronismo hoy transmitir un mensaje esperanzador. La concreción de dos actos diferentes para este lunes por el Día de la Lealtad es una señal muy ruidosa, así como el amague de ruptura de la CGT y las nuevas tensiones que se abrieron entre presidente y vice por el recambio de gabinete.

Pero ojo, a nadie le sobra nada, no sólo al peronismo. En mayor o menor medida todas las encuestas registraron la desconexión de los electores con los políticos tras la desilusión con los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández. Tiempo fértil para presuntos outsiders.