La escuela N° 240 Lola Mora, ubicada en Biselli al 5700, en el Fonavi de Rouillón y Seguí es escenario este miércoles de un abrazo solidario frente a los sucesos de violencia extrema que la semana pasada se cobraron la vida de dos adolescentes y dejaron herida a una chica de 15 años en ese complejo de viviendas del distrito oeste.

A las 11.30 docentes, personal de salud y educativo y organizaciones sociales se encontraron en la puerta de la institución para exigir justicia y reclamar protección. 

"No queremos que nos maten más a nuestros estudiantes", pidió una docente ante la cámara del programa De 12 a 14 (El Tres) este mediodía. 

"Detrás de cada chico hay una familia, tengo una nena que no entiende que su hermano no va a volver", lamentó la mamá de Valentín. 

La mamá de Valentín. (Foto: Alan Monzón / Rosario3)

En la tarde del jueves 24 de noviembre, en los monoblocks de Rouillón y Seguí, fueron asesinados Valentín Solís (14) y Eric Galli (15), dos alumnos de la escuela Lola Mora. Los adolescentes estaban sentados cerca de la escalera 14 cuando se presentaron los tres homicidas y sin más los mataron a balazos.

“Yo lo que quiero aclarar es que mi hijo no estaba metido en nada, era un nene sano, iba a la escuela”, dijo la madre de Valentín entre lágrimas. “Vayan a la escuela, ahí pueden preguntar y van a ver que él no tenía nada que ver con ningún ajuste de cuentas ni con drogas. No sé por qué le tiraron a Valentín y a Eric, me dijeron que pasaron corriendo, pero se equivocaron porque mi hijo no es así”, agregó. El viernes, la escuela permaneció cerrada en señal de luto.

La violencia callejera había golpeado horas antes en ese mismo sector. Otra vez con adolescentes en la línea de fuego. Hacia las 21, en la ochava sudoeste del cruce de Seguí y Calchaquí, estaban Valentina (14) y su amigo Santiago (14), cuando los ocupantes de una moto pasaron a los tiros.

La chica se llevó la peor parte: desde entonces quedó internada en terapia intensiva en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) con varios disparos en la zona del cuello, y cráneo, con fractura maxilofacial.