Condenaron a dos hombres a diez años de prisión por ser los autores intelectuales de una extorsión hacia un comerciante de la zona norte de Rosario mientras cumplían condena en la Unidad Penitenciaria Nº16. Se trata de Ignacio Andrada y Pablo Luján, quienes fueron encontrados culpables como coautores de la extorsión agravada por el uso de arma de fuego.
Según la investigación del fiscal Ramiro González Raggio, los condenados integraban una banda que, desde la cárcel de Pérez, que, el 1° de julio de 2022, comenzó a enviarle mensajes intimidatorios por whatsapp a la víctima.
Le exigían 500 mil pesos bajo amenazas de muerte, aportando detalles sobre su entorno familiar y sus negocios. Al negarse a pagar, días después su local de calle Cabassa al 1700 fue baleado: se secuestraron 15 vainas servidas y 4 balas de plomo. En el lugar dejaron una nota con un número de teléfono para volver a comunicarse.
Tras el ataque, las amenazas continuaron. Los extorsionadores exigieron 300 mil pesos y coordinaron una entrega controlada. Finalmente, el 22 de julio de 2022, la víctima arrojó una bolsa con 80 mil pesos en un descampado de Uriarte y Esquivel, donde uno de los cómplices, Axel R., retiró el dinero.
Semanas después, los contactos siguieron: los delincuentes pidieron depósitos a una cuenta bancaria a nombre de Alejandrina F., a quien la víctima transfirió 34 mil pesos en dos operaciones.
Las escuchas telefónicas y pericias determinaron que las llamadas y mensajes provenían de celulares activos dentro de la Unidad Penitenciaria N°16, utilizados por los propios reclusos. En una requisa se secuestró el teléfono empleado para las extorsiones, que estaba en poder de Andrada.
La fiscalía acreditó que los condenados coordinaban los movimientos desde prisión junto a otros involucrados fuera del penal, quienes también fueron juzgados en causas separadas.
Entre ellos, Alejandrina F., condenada a 4 años de prisión domiciliaria; Axel R. y Gerónimo O., a 3 años y 4 meses de cárcel; y David O., a 14 años y 6 meses de prisión unificada por varias causas de extorsión y asociación ilícita.
Con la sentencia de este martes, el tribunal dio por probado que tanto Andrada como Lujan participaron directamente en los hechos, manteniendo las comunicaciones extorsivas desde la cárcel y ordenando los ataques armados.



