Este jueves se conoció la detención de dos policías sospechados de haber participado de un millonario robo en una fábrica de plásticos de Granadero Baigorria. Tras conocer esta novedad, Javier, dueño de la empresa, contó en Cada Día (El Tres), el calvario que le tocó vivir no sólo durante el robo, sino antes, cuando logró recuperar una casa que le habían usurpado y que, de algún modo, fue el inicio de toda la historia.
“Tenía mi casa ocupada ilegalmente, después de luchar mucho tiempo en la Justicia, el 15 de septiembre se libró un oficio para desalojarla. Ese lunes se presentaron en mi casa y estuvieron todo el día para desalojar a esta gente que la estaba ocupando. Cuando ingresé, me encontré con que la casa estaba destruida”, relató.
Según contó, tras el desalojo los ocupantes intentaron volver: “Luego de desalojarlas, a estas personas las encuentro a la noche tratando de entrar de nuevo por intermedio de las casas linderas. Ahí me amenazaron con que la iban a prender fuego”.
Javier hizo la denuncia en la comisaría 24ª, y al día siguiente fue con un equipo de trabajo y herramientas para empezar a limpiar y restaurar su propiedad. “Estuvimos todo el día, a las 18 estoy volviendo de ahí y me detienen varios patrulleros diciéndome que me tenía que bajar de la camioneta por una denuncia en mi contra. Pedí estacionar el vehículo y me dijeron que no, que tenía que bajar porque me iba detenido. Me retuvieron el documento, me bajaron de forma violenta de la camioneta y me empezaron a patear”, recordó.
�� “Fue una película de terror”
— elTresTV (@elTresTV) October 2, 2025
Javier, dueño de la pyme PlastiTec en Granadero Baigorria, relató el calvario previo al asalto millonario en su fábrica: usurpación de su casa, una detención policial sin motivos, amenazas y hasta un animal sacrificado en la habitación de su hija.… pic.twitter.com/1NaHrHXbEN
En su declaración también detalló lo que ocurrió con el dinero que llevaba consigo: “En la comisaría le avisé al personal que en la camioneta había 20 millones de pesos y pedí que, cuando salga de la detención –porque me detuvieron sin motivo– que el dinero esté en el vehículo. Llamaron a Asuntos Internos para que abran la camioneta y no quedar involucrados y ahí lo encuentran y cuentan. Cuando terminó el procedimiento, me devolvieron el dinero y personal femenino del Comando estaban muy enojadas por todo lo que estaba pasando, tuvieron una actitud muy violenta, me siguieron unas cuadras. Eso fue visto por Asuntos Internos”.
Durante el tiempo que estuvo detenido sin causa, Javier denunció que alguien entró a la casa recuperada. “Me robaron todas las herramientas que había llevado y, en la habitación de mi hija, encontré el sacrificio de un animal. Hicieron como un ritual satánico en el lugar. Las personas que usurparon mi casa se dedican a la brujería, son umbandas”, señaló.
Tres días después de la detención, Javier estaba en su fábrica y vio cómo ingresaban personas encapuchadas. “Eran tres personas vestidas de policía con chaleco, guantes tácticos y capucha. Supuestamente venían con una orden de allanamiento por lavado de activos. Nunca me mostraron la orden. Cuando entramos a la oficina sabía que era un robo pero no me podía resistir. Les entregué el dinero, ellos seguían simulando el allanamiento. Querían llevarse el dinero sin contar, se los dije y entonces usaron mi máquina para contar los billetes”.
“Yo tengo cámaras adentro y afuera del local. Aparentemente vinieron con un inhibidor de wifi porque las cámaras wifi no tienen registro de las imágenes, pero hay dos cableadas. Hasta el día de hoy estoy esperando que venga la policía científica a registrar los equipos de grabación para que constaten qué imágenes hay del allanamiento trucho”, agregó.
El empresario confirmó que fue contactado por la fiscal que investiga el caso: “Hoy me llamó la fiscal, sé que hay personas detenidas. El procedimiento está en marcha. Si bien es un hecho realizado por policías, quiero destacar que también hay gente idónea y honesta, que no todos son así. Estos casos hay que denunciarlos para que la policía pueda depurarse y ser una repartición del Estado acorde a las necesidades de la sociedad”.
“Verdaderamente es una película de terror. Tener que esperar años para que a uno le devuelvan la propiedad, hacer denuncias por robo y que los fiscales las desestimen. La verdad es que la Justicia de Santa Fe deja mucho que desear. Sumado a eso parte del personal policial que hacen cosas que no tienen que hacer”, concluyó.



