El conocido barra brava de Newell's Matías Leandro “Tiburón” Pera (40) y su novia quedaron presos este jueves tras ser imputados por el delito de portación de arma de fuego. Así lo resolvió el juez Héctor Núñez Cartelle, en una audiencia que comenzó por la tarde y terminó entrada la noche en el Centro de Justicia Penal (CJP).
Pera, que saltó a las crónicas policiales a fines de la década de 2000 como uno de los laderos de Diego “Panadero” Ochoa en el ocaso de la era de Roberto “Pimpi” Caminos, y por el episodio conocido como "la entangada", volvió a prisión. La última vez que lo detuvieron había sido en febrero de 2018 en un departamento céntrico a raíz de un pedido de captura por tirotear un bar de Fisherton. Por esa causa, firmó un acuerdo abreviado a cinco años. Según sus propias palabras en redes sociales, pasó 2 años y 9 meses en prisión en un pabellón de alto perfil de la cárcel de Piñero.
Ya en libertad, Pera –cada vez más tatuado– volvió a su pasión: el gimnasio. Y no perdía oportunidad de contarlo en redes sociales, donde asiduamente se mostraba levantando pesas. A su vez, aprovechaba para contar historias del hampa como “el sobreviviente de la alta mafia”, como se dijo a sí mismo en un video.
Un día antes de caer detenido, en un extenso posteo sobre el Día del Trabajador dijo, entre otras historias: “Nunca tuve necesidades económicas en la calle ni en mi casa, pero Newell's y pertenecer a la barra me fascinó y hasta el día de hoy me controlo, porque es algo que llevo en la sangre y es gran parte de mi vida, pero trae millones de problemas personales y legales, porque brutalidad de gente quiere estar en tu lugar y es capaz de lo que sea para lograrlo”.
“Soy bien mafia, estuve muchos años en el corazón de la mafia y de la mesa chica. Nunca fui un arrastraviejas o roba casas”, dijo en ese mismo posteo, donde confesó que no quería volver a estar preso: “Salí con la idea súper clara de que esa no es la vida para mí ni quiero volver jamás”.
Lo cierto es que pocas horas después de publicar ese mensaje personal, Pera terminó detenido junto con su novia en zona sur.
Pasada la 1.30 del martes, fue arrestado por personal de la Policía de Acción Táctica (PAT) en Leyva y Caupolicán, en el barrio Magnano de la zona sur.
Pera estaba acompañado de su pareja, Milagros “May” O., de 24. Según indicó la fuerza, ambos corrían armados hacia un Peugeot 206 –cuyo titular es Pera– portando armas. Estas resultaron ser pistolas calibre 9 milímetros con numeración limada. Además, al barra le secuestraron una bolsa con cuatro cargadores. En una finca de Leyva al 6200, la policía constató un impacto de arma de fuego. Por lo pronto, esa agresión no fue atribuida a la pareja por la fiscal Mariángeles Lagar.
Finalmente, el juez Núñez Cartelle dictó prisión preventiva efectiva a solicitud de la Fiscalía para la pareja por el plazo de ley por portación de arma de guerra y encubrimiento.
Pera, durante años vinculado con Panadero Ochoa y luego enemistado, ya había cumplido una condena a tres años de prisión, en carácter condicional, por el episodio conocido como "la entangada".
Fue el 4 de septiembre de 2010, cuando un grupo de barras que desde diciembre de 2008 habían formado del círculo chico del Panadero intentaron una especie de golpe de estado: lo bajaron a golpes del paravalanchas en pleno partido de Newell’s contra Independiente y lo tiraron semidesnudo fuera del estadio, tras robarle mil pesos, un celular, un Nextel, tarjetas de crédito y de débito y tarjetas de usuario de distintas armas de fuego.
Dos meses después del ataque al Panadero, el 21 de noviembre, Pera recibió cinco balazos por la espalda. Dos hombres lo tirotearon con un revólver calibre 22 cuando caminaba con un amigo por una plaza de Isola y Maestros Santafesinos, en el Fonavi del Parque del Mercado.
En tanto, el otro hombre que lo acompañó en la paliza al Panadero corrió peor suerte. No era otro que Maximiliano "Quemadito" Rodríguez, que fue ejecutado en Corrientes y Pellegrini el 5 de febrero de 2013.
En febrero de 2019, Pera fue condenado a cinco años: se hizo cargo de haber baleado el frente un pool de Fisherton, en 2017 (quedó filmado) y de las amenazas que le profirió a un custodio del boliche Yamper, en 2013.