Un efectivo de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y un técnico de celulares quedaron detenidos por delitos vinculados con el robo de teléfonos que habían sido secuestrados en el marco de allanamientos y constituían elementos de prueba.

En audiencia imputativa del viernes pasado, el fiscal David Carizza atribuyó al comerciante José Saucedo (36) y al ex AIC Carlos Julín maniobras de robo, encubrimiento y fraude con teléfonos que estaban judicializados. En la investigación de estos delitos intervenino la Agencia de Control Policial (ACP; ex Asuntos Internos) y la propia AIC, que la semana pasada encabezaron allanamientos y dieron con dos aparatos que, según un inventario, debían estar en custodia.

A Saucedo (36) lo acusaron de haber tenido en su casa de La Paz al 4000 y en su local Punto Apple Echesortu, de Lavalle al 1100, al menos tres Iphone que tenían denuncia por robo. Estos hallazgos le valieron una imputación por encubrimiento por el ánimo de lucro.

Pero la razón por la que fue vinculado con el policía Julín es el cuarto Iphone que, según la Fiscalía, fue sustraido del depósito de evidencias de la AIC entre el 3 de noviembre y el 3 de diciembre de 2021. Saucedo, dijo el fiscal, recibió ese aparato por parte del entorno de Julín.

El teléfono fue hallado en la una casa de Granadero Baigorria, donde vive una clienta de Punto Apple que había llevado a arreglar un Iphone. Después de varias quejas, un arreglo fallido, el local le dio otro teléfono. Y resultó ser el aparato judicializado que había robado del depósito de Lamadrid al 500.

Los fiscales constataron que el teléfono que usa Saucedo impactó dos veces – 30 y el 31 de diciembre de 2021– en el Iphone robado del depósito, que luego terminó en manos de la clienta.

Además, Saucedo sumó otro dolor de cabeza por el hallazgo del revólver 32 en su casa de La Paz al 4000. El fierro le valió una imputación extra por tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil.

Al policía Julín (40), en tanto, lo acusaron de hacerse de un Motorola que fue secuestrado en el marco de una investigación del fiscal Rodrigo Santana el 25 de agosto de 2021. El teléfono estuvo confiado a su custodia en la guardia del depósito desde el 21 de septiembre de 2021 al 3 de enero de 2022.

El Motorola fue recuperado la semana pasada: estaba en la casa del policía, ubicada en Dean Funes al 6100.

Telarañas en las cámaras

 

El 3 de enero de 2022, la subcomisaria Silvina Anica (División Custodia) elevó una denuncia sobre la faltante de 40 elementos, objetos que servían de prueba a distintos fiscales que habían ordenado su secuestro. El motorola encontrado en la casa de Dean Funes al 6100 integraba esa lista.

Luego de una serie de irregularidades, el depósito de evidencias fue sometido a un inventario que tomó un año de duración. Los policías a cargo de la tarea relataron sobre las cámaras de seguridad: “Se puede verificar que una de las cámaras apuntaba al piso y la otra poseía tela de araña en el lente y no captaba con claridad la imagen por la noche”.

A Saucedo le imputaron los delitos de encubrimiento agravado por el ánimo de lucro (cuatro hechos que concurren realmente entre sí); fraude en la entrega de las cosas y tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil.

Y Julil, sustracción de objetos destinados a servir de prueba ante la autoridad competente.

La jueza Verónica Lamas González tuvo por formalizada la audiencia disponiendo la prisión preventiva efectiva para ambos acusados por el plazo de ley.