Trabajadores de la salud que cumplen funciones en el hospital Centenario denunciaron un ataque contra distintos vehículos particulares que utilizan para ir a trabajar. Según detallaron, en los últimos días muchos de sus autos aparecieron rayados y sospechan de una interna entre los trapitos que operan en la zona.

“El año pasado en tres meses me robaron dos baterías, tuve que poner un seguro para que no me la saquen más. Ayer cuando salgo de trabajar veo que tenía un rayón del lado del acompañante, pensé que había sido otro auto, pero cuando voy de mi lado veo varios rayones más y lo mismo en otros autos”, relató Valeria en De 12 a 14 (El Tres).

La enfermera contó que la situación la angustió mucho y reveló que tanto ella como la gran mayoría de los trabajadores que van en auto, tienen que “arreglar” una mensualidad con los cuidacoches para poder estacionar. “Ellos te cobran una tarifa, más si venís todos los días. A veces le daba 800, a veces 500 y con eso me guardaban un lugar para dejar el auto”, detalló.

Si bien no hay impedimentos para dejar el auto sin acordar con los trapitos, la mujer detalló que los antecedentes de quienes hacen eso no son favorables. “Tengo compañeros que me han comentado que les rompen las ruedas o les rayan el capot. Yo no digo que sean los que están siempre, quizás sea una guerra entre ellos, pero es injusto”, lamentó.

Con respecto a los controles por parte del área de Control y Convivencia, la mujer sostuvo que pocas veces se los ve en el lugar y que la mayoría es para controlar autos estacionados sobre la senda peatonal o en línea amarilla.