La historia del falso abogado de Sunchales, la pujante ciudad santafesina, es realmente increíble. Se presentaba como abogado pero solo había aprobado 13 materias de la carrera13. Está acusado de realizar estafas millonarias a clientes, conocidos y hasta a su propia madre. Según la investigación, este santafesino de 31 años tenía firmas digitales truchas de jueces y camaristas y falsificaba documentos judiciales relacionados a régimen de tenencia de menores, asignación y reclamos por cuotas alimentarias, sucesiones, herencias y hasta desalojos. Finalmente, cayó detenido por las múltiples denuncias en su contra y en la audiencia imputativa lloró ante el fiscal.
El insólito caso del falso abogado Juan Andrés Zurvera, de 31 años, generó conmoción en la pequeña ciudad santafesina. Fue imputado por al menos 10 hechos, pero la Justicia estima que el número sería aún mayor.
Según publica hoy la Agencia Noticias Argentinas, en 2014 el hombre ingresó a la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional del Litoral y le hizo creer hasta a su propia madre, una mujer muy conocida en la localidad por su pasado como presidenta del Club Unión de Sunchales, que en octubre del año pasado se había recibido. Sin embargo, cuando estalló el escándalo de estafas se supo que solo rindió 13 materias y luego abandonó la carrera.
Tras el conocimiento de las primeras denuncias, se dio intervención a la Justicia, que ordenó la inmediata detención de Zurvera. A su vez, se realizaron dos audiencias imputativas donde se informó que el acusado obtuvo, entre enero y noviembre de este año, en sus cuentas bancarias $54 millones. Fue imputado por los delitos de estafas reiteradas en concurso real, falsificación de documentos públicos y usurpación de títulos.
En dichas jornadas, el fiscal Guillermo Loyola solicitó la prisión preventiva sin plazos y el juez Javier Bottero, al acreditar las acusaciones, le concedió la solicitud.
Detalles de la investigación
El accionar del muchacho sunchalense de 31 años, comenzó meses atrás cuando fue a un estudio jurídico, presentó un título falso y dijo ser abogado. Al ser una ciudad chica, Zurvera obtuvo el trabajo y comenzó a llevar diversos casos junto con su colega, quien nunca sospechó de él, hasta los últimos días.
En el allanamiento a su vivienda se determinó que guardaba un sello apócrifo dentro de un ladrillo hueco, así como también se comprobó que los documentos judiciales tenían firmas digitales truchas de jueces y camaristas.
Otro punto mencionado es que Zurvera estaba a cargo de casos judiciales relacionados a divorcios, régimen de tenencia de menores, asignación y reclamos por cuotas alimentarias, sucesiones, herencias y hasta desalojos.
Varios de los damnificados sostienen que se conocían y que se trata de una “estafa emocional”, porque muchos creyeron en su profesión y hasta sospechan que las causas a su cargo podrían rechazarse al ser falsas.
Lágrimas en la sala
Tras su captura, Zurvera afrontó dos audiencias imputativas y recién en la última fue cuando se quebró ante el fiscal. Según consigna Rafaela Noticias, único medio presente en la sala de los Tribunales de Rafaela, el imputado lloró frente a Loyola y relató una historia de frustraciones personales y familiares que derivó en una gran estafa.
“Este muchacho se creyó su propia mentira. No se imaginan el daño que nos ha causado enterarnos de este engaño: sí, la plata la necesitamos, pero lo peor es la estafa emocional. Y le pido a Juan que recapacite sobre lo que hiciste: ojalá puedas en algún momento hacerlo”, aseguró una de las víctimas, en declaraciones citadas por el portal de noticias rafaelino.



