El presidente Alberto Fernández participó este martes de la 77ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se celebra en Nueva York, en lo que constituye su primera intervención en forma presencial ante ese foro.

Durante su discurso, Fernández agradeció la "solidaridad que la Argentina ha recibido del mundo entero" por el intento de magnicidio perpetrado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y dijo que eso "no solo afectó la tranquilidad pública", sino que también "buscó alterar una virtuosa construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida".

"Los argentinos construimos el acuerdo del «Nunca Más» al terrorismo de Estado y a la violencia política", destacó el jefe de Estado y dijo que "valoramos la democracia como un modelo de desarrollo social que exige respetar al otro en la diversidad".

Además, el mandatario nacional dijo que está "seguro" de que "la violencia fascista que se disfraza de republicanismo" no conseguirá "cambiar ese amplio consenso al que adhiere la inmensa mayoría de la sociedad argentina" por la democracia.

Fernández también reafirmó en la ONU los "legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía" del país sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, denunció que el Reino Unido "agravó la controversia" con una "injustificada y desmedida presencia militar en las islas" y con "llamados a la explotación ilegal de los recursos", aunque expresó la disposición de Argentina a reanudar "negociaciones" con Londres.

Reiteró que las acciones del Gobierno británico son contrarias a la resolución 31/49 de Naciones Unidos y volvió a pedir la intervención del organismo.

"Solicitamos al Secretario General que renueve sus esfuerzos en el cumplimiento de ese mandato y que el Reino Unido se avenga a acatar el llamado de la comunidad internacional y ponga fin a esta anacrónica situación colonial", expresó.

También el presidente reiteró ante Naciones Unidas el anhelo de la Argentina de que "sean identificados, juzgados y eventualmente condenados" los responsables de los atentados en Buenos Aires a la Embajada de Israel, en 1992, y a la sede de la AMIA, en 1994, y volvió a pedir a Irán que coopere con las autoridades judiciales argentinas.

"También instamos a la comunidad internacional a que nos acompañen en nuestra lucha evitando recibir o cobijar a cualquiera de los imputados, aún cuando gocen de inmunidad diplomática. Debemos recordar que sobre ellos pesan solicitudes de captura internacional y alertas rojas de Interpol", expresó.

Alberto Fernández alertó sobre la "utilización de medidas unilaterales de coerción" y volvió a reclamar el levantamiento de los bloqueos contra Cuba y Venezuela.

"De acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, las únicas sanciones legítimas son aquellas impuestas por el Consejo de Seguridad para hacer cumplir sus decisiones en materia de mantenimiento de la paz y la seguridad. En virtud de ello, Argentina se suma al reclamo de los pueblos de Cuba y Venezuela para que se levanten los bloqueos que esas naciones padecen", expresó en su discurso.

También Fernández dijo que "debemos garantizar la la seguridad alimentaria a todos los habitantes del planeta" y afirmó que "no podemos transitar este tiempo con hambrunas".

"La Argentina cumplirá su rol como productor y exportador confiable de alimentos nutritivos y de calidad", aseguró el Jefe de Estado y señaló que eso será "también como proveedor de tecnologías aplicadas a la producción de alimentos para mejorar su rendimiento".

“La pandemia de coronavirus transparentó las enormes desigualdades que soporta la población mundial", dijo el presidente argentino y preguntó si "¿es justo que la fortuna de solo 10 hombres representen más que los ingresos del 40 % de la población mundial?" y si es "ético que la pandemia se haya cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos?".

"No denunciar este modelo de acumulación que concentra el ingreso en pocos mientras millones quedan sumergidos en la pobreza, puede volvernos cómplices en la consolidación de tanta desigualdad", advirtió el jefe de Estado ante la asamblea general de la ONU