Empleo, producción e infraestructura fue el segundo de los temas que se trataron en el debate presidencial y aparecieron, según el candidato, tres elementos fundamentales: crecimiento, leyes laborales y corrupción.

El que abrió la ronda fue Roberto Lavagna, quien dijo que no hay soluciones con una economía estancada. “Hace falta una economía en marcha”, dijo y consideró que “Argentina puede crecer 4 por ciento por año”. “Se puede lograr y es lo único que va a permitir estabilizar las variables”.

Espert fue el que introdujo el tema leyes laborales, que según él “no han servido para mejorar la situación de los trabajadores sino para alimentar la cofradía feudal de los sindicalistas corruptos”.

En ese marco, propuso eliminar las indemnizaciones por despidos, cuestión que, dijo, traba la contratación de trabajadores por parte de los empresarios.

También Gómez Centurión se manifestó a favor de una reforma laboral.

A su turno, Fernández culpó a Macri por el aumento del desempleo. “El presidente piensa que el trabajo es un costo. Ha dejado que el desempleo ocurra”, dijo y agregó que la destrucción de las Pymes, grandes generadoras de puestos de trabajo, ha sido letal en este gobierno: “Se cerraron 43 por día”.

Macri dijo que la creación de empleo se estancó en el período 2011-2015 durante el gobierno de Cristina Kirchner y sostuvo que “pasada la elección Argentina va a volver a crecer”. Pero además apuntó al freno a la obra pública y lo vinculó a la matriz de corrupción en el tema. Entonces atacó al señalar que mientras Lavagna se fue del gobierno kirchnerista apenas aparecieron las primeras sospechas Fernández se quedó en la Jefatura de Gabinete “y no denunció nada” de lo que pasaba “a metros de su despacho”.

Por el mismo lado atacó Espert: “¿Usted no vio nada?”, le preguntó al candidato del Frente de Todos.

Fernández contraatacó a Macri con la participación de su familia, su padre Franco incluido, en supuestos contratos espurios, y le respondió a Espert: “Cuando tuve diferencias me fui a mi casa. Al presidente le esperan más de cien causas. No tengo nada que ver con la corrupción, le puedo dar clases de decencia”.

Macri, que tuvo la última palabra, facturó como de “mal gusto citar a una persona que no se puede defender”, en referencia de su padre. Y que “es dificil de creer” el argumento de Fernández. “¿Lo vio Lavagna y usted no vio nada?. Imposible de creer”.

Fernández volvió a tratar el tema en el siguiente bloque, el de Federalismo y Calidad institucional, y apuntó a Macri al hablar de los "empresarios que llegan al gobierno y hacen negocio con sus empresas".