Poco antes del mediodía, el presidente Alberto Fernández inició con su discurso el 140 período de sesiones ordinarias del Congreso nacional con una mención al conflicto bélico en Europa: "La paz del mundo se altera por la invasión militar de la Federación Rusa sobre Ucrania. El fantasma de una guerra vuelve a levantarse".

Seguido, el jefe del Ejecutivo pidió hacer un minuto de silencio por las personas fallecidas por la pandemia del coronavirus y la citada guerra.

Fernández avanzó con una nueva mención al conflicto al que no desmarcó de la crisis humanitaria planetaria ocasionada por la covid-19 y el impacto de ambas en Argentina.

“La guerra en un mundo globalizado tiene consecuencias en nuestro país”, indicó frente a la Asamblea Legislativa para luego señalar que “estamos viviendo un momento histórico, un tiempo bisagra” para Argentina.

Para el presidente, el país está frente a la posibilidad transitar el “sendero del desarrollo y mejores condiciones de vida. “De nosotros depende cómo edificar ese mañana”.

Fernández habló de “la cruda realidad” que enfrentó en la primera parte del Gobierno –“con una pandemia” que determinó “un momento excepcional que golpeó al país”– y respondió a las críticas de la gestión.

“Querer politizar tamaña tragedia es inaceptable. Las consecuencias de la covid fueron multidimensionales”, sostuvo, al tiempo que ponderó que “el sistema de salud no colapsó. Todo lo que hice fue para salvar la mayor cantidad de vidas”. 

“No soy infalible”, añadió, tras lo cual afirmó “tener tranquilidad porque todas las personas recibieron la atención sanitaria que requerían”.