Dentro de los modelos de ropa para dormir, la década del '40 se caracterizó por sumar mini vestidos o camisones cortos con distintos tipos de tela. Esos mismos modelos fueron llevados a los escenarios durante los '60 enmarcados en los "Swinging Sixties", en donde las artistas se animaban a lucirlos con detalles de vanguardia y rebeldía, incluso décadas posteriores con Courtney Love como una de las máximas exponentes.
Aires rebeldes o detalles románticos se combinan para traer los denominados "Babydoll" al 2023 en plena primavera, con múltiples opciones de uso.
Babydoll: un poco de historia
Fue Sylvia Pedlar, la diseñadora de lencería, quien decidió acortar la tela de los camisones en tiempos de escasez de género durante la guerra. Como símbolo de la libertad femenina en contraposición a la mujer encorsetada que se veía en la misma época, este camisón lencero alcanzó el estatus de alta costura de la mano de Balenciaga. Más tarde, Givenchy realizó un modelo similar denominado "sack dress", cuya silueta acampanada favorecía un uso cómodo y amplio.
Ya pasando al olvido, fue Courtney Love una de las artistas que trajo nuevamente el vestido al primer plano para parodiar a las artistas que emulaban ser niñas y sexys. En tal sentido, la cantante se vestía con estos minivestidos rotos, luciéndolos junto a peinados y maquillajes desprolijos, creando el estilo "Kinderwhore".
Décadas más tarde y en un nuevo milenio, el modelo se reversiona como minivestido veraniego adaptado a diferentes estilos aunque manteniendo sus principales características: la combinación entre lo sexy y lo práctico.
Detalles transparentes, románticos, ultracortos, con terminaciones tipo chombas, mangas abullonadas, cuellos Peter Pan, vuelos, lazos, son algunas de las características que pueden verse a través de esta silueta de vestido de muñeca.
