El juicio por la desaparición seguida de muerte de Franco Casco llega este martes a su fin. En medio de un intenso operativo policial, el tribunal dará a conocer el veredicto a las 14. Pero antes le dio la posibilidad a los acusados de que digan sus palabras finales.

El primero que hizo uso de este beneficio fue Esteban Silva, uno de los policías acusados. “Quiero agradecer a las partes el respeto que brindaron durante el debate y decirle a los familiares de Casco que entiendo el profundo dolor que sienten. Es irreparable lo que sucedió y sea cual sea la resolución del debate no se va a resolver su pérdida”, señaló.

“Pero quiero que sepan también que yo no tengo nada que ver con lo que le sucedió a él. Soy inocente de lo que se me imputa y el 7 (de octubre del 2014. cuando entré a trabajar lo hice como cualquier día. Hace 5 años y medio estoy preso, si hubiera sabido algo o tenido que decir algo, lo hubiera hecho antes", agregó el acusado.

Otro de los que habló fue el ex jefe de la Comisaría 7ª, Diego Álvarez. En su testimonio insistió con la inocencia y habló de los perjuicios que le generó a él y el resto de los acusados este proceso que lleva nueve años. “Nos ha acarreado una serie de perjuicios que a la fecha son incalculables e irreparables. Me quitaron casi seis años de libertad. Eso implica tiempo en el que no pude estar con mis hijos, mi esposa, mi familia, que no me pude desarrollar ni personal ni profesionalmente"

"Hoy tienen la oportunidad, no de reparar el daño, pero si de mitigar el dolor y hacer que este daño no sea más grave que lo que viene siendo. Al momento de emitir su voto, tengan en cuenta dos cuestiones, por un lado la carencia de pruebas que demuestren que yo haya cometido algún hecho ilícito y el alud probatorio de elementos que fueron presentados que demuestran nuestra inocencia", concluyó.

El tribunal escuchó las palabras finales y pasó a deliberar. (Alan Monzón/Rosario3)

También hizo uso de la palabra Pablo Andrés Síscaro, quien llegó al juicio en libertad: "Comencé este proceso con 35 años, hoy tengo 41, soy papá de 4 nenas. En 2017 cuando arrancó esto una tenía 4 meses, estuve 30 días detenido y cuando volví a casa mi hija no me reconocía. En la segunda instancia en 2019 cuando salí en libertad, pasó exactamente lo mismo. Volví a casa y mi hija tampoco me volvió a reconocer, son cosas que a uno como papá le rompen el alma". 

"No encuentro explicación a que hago acá si no hice nada. Pero así y todo siempre estuve a disposición de la Justicia. Hicieron conmigo lo que quisieron, me destruyeron la vida. Hoy me siento acá y digo que soy inocente, que nunca hice nada. Lo único que hice fue cumplir mi horario en la comisaría y volver a mi casa", aseveró.

Tras escuchar a los acusados, el tribunal pidió un cuarto intermedio y confirmó que a las 14 será el momento en el que retomen la lectura del veredicto.