Tras varias campañas en caída, renace este año la operatoria de venta de granos con entrega física de la mercadería a través del mercado de futuros, una alternativa que tiene como ventaja que los productores chicos pueden acceder a las mismas condiciones comerciales que los grandes, a diferencia de lo que ocurre en el mercado diario (disponible o spot) donde quien tiene mayor volumen consigue mejor precio.
En rigor, el grueso de la operatoria con granos en el mercado a término es de tipo financiera, ya que el objetivo (tanto de compradores como de vendedores) es tomar cobertura por la variación futura de precios. No es un instrumento para vender o comprar la mercadería, sino para tener una previsibilidad sobre los precios futuros que se recibirán o abonarán. Por eso, en la fecha de vencimiento del contrato pactado con anterioridad, lo que ocurre es que se liquida la diferencia entre el valor acordado inicialmente y la cotización que tiene en ese día el producto, por ejemplo la soja.
No obstante, también hay está la posibilidad de usar al mercado de futuros como herramienta para vender y conseguir el grano; esto es un negocio real y no sólo financiero. Esas son las operaciones, a las que se la conocen como “futuros con delivery”, “futuro con entrega” o “disponible extendido”- son pactadas a futuro pactadas pero en un plazo cercano (el mes próximo, por ejemplo) y al cerrarse hay entrega efectiva de la mercadería pactada.
Existen varias razones (y algunas fueron cambiando con el paso de la historia) para que compradores y vendedores la tengan en el radar como complemento al mercado diario con entrega física inmediata.
Pero, al menos para el vendedor, la más importante es que al ser una operatoria electrónica que se negocia con contratos estandarizados (y no definidos entre partes caso por caso, como sí se suele pasar en el físico) los productores chicos pueden acceder a las mismas condiciones comerciales que los grandes, algo que no ocurre en el comercio tradicional porque allí quien puede ofrecer más volumen está en condiciones de lograr un plus de precio.
Es cierto que operar en futuros significa mayores costos a afrontar por el comitente (por ejemplo todo lo referente a márgenes y garantías), pero quienes siguen día a día los precios suelen detectar ventajas de oportunidad de girar granos por futuros con delivery.
Balances
Este mes, el mercado A3 (que surgió de la fusión entre los mercados MAE y Matba-Rofex) realizó una presentación para inversores, actividad de la que participó Rosario3.
Allí sus ejecutivos mostraron que el volumen operado con entrega física de la mercadería subió al segundo trimestre del año un 15.5% contra igual período del año pasado, impulsado por la soja.
Además, A3 proyectó que el total entregado en el ejercicio 2024/2025 será un 22% mayor, llegando a los 4.2 millones de toneladas contra las 3.4 de la campaña 2023/2024.
Según los números que presentaron, este tipo particular de operatoria que se venía manejando en torno a 1.5 millones de toneladas, empezó a aumentar hacia el 2018 llegando a los 5.1 millones de toneladas en la campaña 2021/2022. Pero a partir de ahí, empezó a bajar hasta los 3.4 millones de toneladas de la 2023/2024.
¿A qué se debe el despertar? “Hay dos grandes razones”, explica Iván Dalonso, gerente comercial de A3. “Nuestra operatoria no está exenta de lo que le pasa a la cadena. En la campaña 2023/2024 estaba deprimido el farmer selling por las distorsiones cambiarias, las retenciones y las expectativas de devaluación. En cambio, cuando hay mejores escenarios macro, nos impacta positivamente. Por ejemplo, lo que ocurrió en la 2024/2025 cuando el mercado se fue liberando y se sacaron distorsiones cambiaras”, explica el ejecutivo. Y en ese lote de factores también coloca, obviamente, las cuestiones básicas de una cosecha: volumen y precios.
“El otro gran factor tiene que ver con el proceso de mejora continua que le estamos haciendo a la operatoria con entrega física en base a las sugerencias de los agentes para que sea similar a los usos y costumbres que tiene el comercio en el mercado disponible, siempre aclarando que el nuestro sea trata de un mercado institucional bajo la órbita de la Comisión Nacional de Valores (CNV)”, agregó el gerente.
Por ejemplo, contó que habilitaron la opción de entrega de mercadería anticipada 24 horas con garantía de cupo, que es una alternativa existente en el mercado disponible pero no el extendido.
También se puso los contratos bajo consideración de la Cámara Arbitral de Cereales para la resolución de conflictos y se integró, en su momento, la operatoria con Bolsatech para verificar y controlar el uso de tecnologías aplicada en la semilla de soja. “También de la mano de las nuevas aplicaciones se ofrecen soluciones, por ejemplo, de logística”, enumeró y resaltó que “el proceso de mejora es continuo”.
Asimilar la operatoria de futuros con usos y costumbres del mercado spot no es menor porque es fundamental que tanto operadores como clientes sientan que transitan un camino conocido con las menores complejidades posibles (sobre todo si tiene más costos).
“La sinergia es clave. Tenemos los oídos atentos a los que nos sugieren los operadores y las cámaras, como los Centros de Corredores de Cereales. Se trata de adaptar el proceso a cómo los operadores están acostumbrados y no forzarlos desde el Mercado a operar con formatos que no les son propios”, contó Dalonso.
Según el gerente de A3, estos cambios -cuando lo macro acompaña- va motivando a que se sumen más agentes en ese segmento, y que quienes operan lo hagan con volumen creciente.
“Es una operatoria que tiene un alto potencial. En la actualidad representa el 7% del volumen operado en granos, con lo cual tiene mucho por crecer y nosotros queremos alentar ese aumento mejorando sinergias”, resaltó Dalonso, poniendo el ejemplo de reuniones, como el after office realizado en la Bolsa de Rosario, semanas atrás para generar más vínculos con los agentes. “Hay que ir escuchando y sumando experiencia”, insistió.
Perspectivas
La recuperación de volúmenes de entrega física ocurrió en el marco de un año que pinta para récord en A3. En efecto, 2025 será año récord histórico en volumen negociado en futuros y opciones agropecuarias, superando los 80 millones de toneladas.
Es más, la plaza bursátil registró crecimiento en casi todos los meses del año (abril, por caso, fue récord histórico).
La eliminación del Dólar Blend y la reciente baja permanente de retenciones favorecieron la operatoria de futuros, y las proyecciones de una muy buena campaña 2025/2026 por las condiciones climáticas (hay mucha humedad en el suelo) alienta la posibilidad de que el año que viene otra vez se logren cifras récord de volumen operado.
Precisamente, de cara a las perspectivas, mejores precios internacionales e ingreso de participantes del exterior pueden ser los catalizadores de un aumento de volumen a nuevos niveles, ya que la operatoria de futuros y opciones agropecuarios tiene un potencial muy superior al actual.
Claramente, y por las permanentes trabas al giro de capitales que hay en Argentina, los grandes ausentes en el mercado de futuros agropecuarios argentino son los hedge founds. Se trata de fondos especulativos que agrupa capital de inversores cualificados para invertirlo en una amplia gama de activos utilizando estrategias sofisticadas, que son activos participantes de los mercados de futuros de cereales del exterior, otorgándole gran liquidez.
Pero en A3 asoma también el interés de participar en el mercado de futuros de granos de parte de los grandes molinos harineros de Brasil, que son los principales compradores del trigo argentino. Precisamente, por esa razón, siempre estuvieron interesados en tomar cobertura de precios futuros del cereal argentino. Pero hasta ahora mucho no pudieron avanzar por la desconexión bursátil argentina con el resto del mundo. “Ahora, si el país sigue y profundiza la senda de apertura, seguramente habrá molinos brasileros operando en el mercado de futuros argentino”, concluyó Dalonso.



