El financista Luis Herrera y sus dos hijos, Ignacio y Diego Herrera, quedaron en libertad esta tarde tras comprometerse a pagar una caución por 3 millones de dólares en propiedades. Tampoco podrán salir del país y no podrán comunicarse con víctimas. Los tres, junto con la esposa de Herrera, habían quedado imputados el jueves por estafa, administración fraudulenta, lavado de activos y asociación ilícita a partir de su millonario default del año pasado.

Los Herrera fueron detenidos el martes tras acumular más de 60 denuncias penales de ahorristas por la no devolución de sus fondos. La jueza Paula Álvarez tomó la resolución este viernes a la tarde luego de una extensa audiencia imputativa que arrancó el jueves temprano.

"La fiscalía no pudo probar que haya riesgo procesal, cómo una fuga, si quedan en libertad", señaló la magistrada. Tambien se mostró en contra de recurrir a la prisión preventiva como mecanismo de resolución de un conflicto o para presionar a las partes cuando su aplicación no se ajusta a los requerimientos que exige la ley.

Las imputaciones

En líneas generales, el fiscal Miguel Moreno dijo que desde 2017, Herrera empezó a desviar los fondos de sus clientes para engrosar su patrimonio (propiedades, vehículos y acciones de empresas, sobre todo del mercado de futuros Matba-Rofex) “Desde ese año armó un esquema ponzi o piramidal”, dijo.

Según el fiscal, Herrera aprovechó la confianza de ahorristas en la agencia de Bolsa Fernández Soljan. Y usando esa estructura, convencía a ahorristas de que invertían allí para operaciones financieras cuando los fondos eran desviados a otra firma: Luis Herrera Futuros y Opciones.

Un dato que aporto el fiscal fue que Herrera nunca operó desde 2017 en el mercado de futuros de Chicago, cómo le prometia a sus clientes al recibir los fondos, y por los que explicaba estaba en condiciones de pagar tasas anuales en dólares de 10 a 12 por ciento. “No le encontramos ni un banderín de Nueva Chicago”, dijo.

Una perlita que destapó el fiscal mientras argumenta el pedido de preventiva: hallaron casos en que a los inversores que depositaban en la Alyc Fernández Soljan les daban un número de cuenta comitente que era falso ya que nunca los registraron en los mercados y en la Comisión Nacional de Valores.

El fiscal también mostró que Herrera mandaba mails sobre el estado de sus "inversiones" a los clientes que les daba cuenta comitente trucha desde una casilla de la Bolsa de Comercio de Rosario. "La gente que recibía mails con el @bcr.com.ar se queda tranquila", dijo.

En concreto, el fiscal imputó por estafa y administración fraudulenta a Herrera en 85 hechos por 5 millones de dólares y 34 mil euros. También por estafa en la desaparición de saldos líquidos en cuentas comitentes ($700.000 y us$30.000) de la Alyc Fernández Soljan.

Además, el fiscal imputó por lavado al detectar que Herrera armó una compañía financiera (que no presenta balance desde 2017 y que no tiene ingresos) que en 2020 y 2021 compro millonarias participaciones accionarias en Matba-Rofex que no quedaron en esa sociedad sino que se pasaron a patrimonio propio de la familia.

Para el fiscal, fue lavado porque el dinero es de origen ilícito (era de sus clientes que lo habían depositado para invertir en Chicago) y las acciones compradas de Matba-Rofex no quedaron en la firma sino en sus manos, llegando a ser principal accionista individual (a titulo personal) del mercado futuro.

Un dato que aporta el fiscal Moreno es que solo en 2 casos se celebró un contrato de mutuo mientras que en el resto los fondos eran dejados para administración e inversión financiera y no en propiedad, y por eso habla de administración fraudulenta ya que los giró a su patrimonio.

A la hora de la defensa, Ilharrescondo, dijo que las imputaciones no tienen un estándar mínimo de calidad al no ser concretos y precisos. Ante el reproche de falta de precisiones que le hace la defensa, el fiscal respondió: "Si Herrera explicara adonde está la plata no habría interrogantes. ¿Por qué hay tres cajas de seguridad vacías? ¿La tiene en un paraíso fiscal?". "Si usted fiscal imputa correctamente, Herrera va a declarar", respondió Ilharrescondo argumentando porqué el financista se abstuvo de declarar.

El turno de la defensa

Luego de un cuarto intermedio entre el jueves por la tarde, el viernes se retomó la audiencia que empezó con las palabras tres víctimas con muy duros testimonios contra el financista y su familia.

Una odontóloga presta a jubilarse contó que Herrera se quedó con todos los ahorros que tenía para su retiro. "Me indigna que me tomaron dinero dos días antes de dejar de pagar". "Me destruyó la vida", dijo y contó que "yo dejaba mi plata por la confianza en su suegro, Paulino".

"Mi hijo era amigo de Diego Herrera y por esa confianza puse todo mi dinero. No sé de tasas. Fui por confianza. Era de confianza. Me descompuse cuando ayer escuché que la plata no la inviertan en Chicago cómo me lo decían en los mails".

Una ahorrista contó que cuando fue a pedir sus ahorros, le dijeron que Herrera no tenía plata porque tuvo que devolverle una inversión a unos gitanos que habían depositado, pero la secretaria (hoy fallecida) se robó. Los ahorristas contaron que cuando aparecieron los primeros rumores de no pago, una de las secretarias les decía que "la mejor garantía que le podía ofrecer era que su papá, un importante gerente de Transatlántica, tiene plata depositada con Herrera".

A su turno, Ilharrescondo aclaró que en la audiencia no se está juzgando los hechos sino si debe ir a prisión preventiva. Criticó que se usa esa figura como "anticipo de pena" cuando no hay condena. Y cargó contra "falta de precisiones y claridad de la imputación".

El abogado, tras aclarar que en esta audiencia no se está discutiendo el fondo, igual sale a refutar a los fiscales. "Esto es un problema comercial, no penal. Hay una deuda que nadie niega, un default que nadie niega y por eso hay un pedido de convocatoria", dijo.

"No hubo estafa. Hay un incumplimiento de contrato. El que ponía dinero sabía el riesgo. Estaban dejando su plata a quien le pagaba tasas del 10/12% en dólares", dijo. "No se puede juzgar por estafa por una mala inversión", resaltó.

Ilharrescondo lo mira desafiante al fiscal Moreno y le dice: "Quédese tranquilo que le vamos a probar que Herrera invertía en Chicago. A través de brokers. En su debido momento se lo vamos mostrar con documentos. Quédese tranquilo".

A la hora de negar el lavado, Ilharrescondo dice que "no conozco en mi experiencia en el derecho penal económico casos en el que el estafador que se queda con dinero de otros compra bienes y los pone a su nombre". Y resaltó: "Vamos a demostrar que los audi, los Porsche, los BMW y los departamentos en la costa los compro con su dinero. Y todo registrado a su nombre y valor del mercado".

"Ustedes me están quedando decir que Herrera, un distinguido empresario de muy buen pasar, se levantó un día de 2017 y dijo vamos a armar una estafa piramidal, y encima pone toda la supuesta plata robada a su nombre”, cargó Ilharrescondo.

En materia jurídica, el abogado intentó llevar el caso a estafa y administración fraudulenta (sin lavado y asociación ilícita), que en la práctica dejaría sin argumentos para la preventiva. También dice que no hay peligro de fuga y de entorpercimiento que avale la preventiva.

Ilharrescondo aseguró que Herrera quiso pagar con la liquidación de sus acciones en Matba Rofex. que estaban "sobre-prendadas" por un crédito a Transatlántica. Al no poder hacerlo porque Transatlántica les remató esas acciones, aseguró que tuvo que ir al concurso.

El abogado dijo que la salida es vía concursal (más un fideicomiso que liquide sus bienes) y se quejó que en primera y en Cámara se lo rechazaron por cuestiones formales y de interpretación doctrinaria.

Finalmente, Ilharrescondo dice que por ser el default una cuestión comercial se disponga la libertad de los Herrera, ofreció caución una propiedad del corredor de granos Marcelo Barrili de u$s 150 mil dólares y otras cuatro propiedades de terceros, por un total de u$s840 mil.

El turno de los querellantes

A su turno, el fiscal Narvaja trae el caso del condenado Mario Rosini de la fallida BolsaFe, quien con dinero sustraídos a sus clientes compraba bienes a su nombre como imputan a Herrera.

Luego expusieron los querellantes. El abogado Paul Krupnic dijo que Herrera tuvo más de un año para explicar lo que pasó y decir adónde está la plata y no pudieron hacerlo. "Ilharrescondo dijo que va a probar que operan en Chicago. Pasó un año y todavía no pudieron", dijo. "Las reuniones de los Herrera con sus clientes no son muestra de buena fe sino parte de la estafa porque no se le decía que pasaba, se los envolvía y se les pedía que no lo denuncien", dijo Krupnic. "Hay un universo de ahorristas que todavía no apareció. Vengan y denuncien que los Herrera buscan evitar que aparezcan. No en vano hay muchos acreedores que no los declararon en su presentación", señaló el abogado.

A su turno, la abogada Viviana Cosentino, querellante de otros ahorristas, dijo que no puede interpretarse el pedido de concurso de Herrera como acto de buena fe porque se dejó a muchos clientes sin reconocer. Finalmente, la abogada Feldman, de otro grupo de acreedores, dijo  que “no se encuentra la voluntad de honrar sus deudas" y sostuvo que las cautelares ofrecidas no son suficientes.

Los argumentos de la jueza

Llegado el momento de tomar una resolución, la jueza Álvarez se mostró a gusto con el encuadre legal de estafa, administración fraudulenta y asociación ilícita, pero tomó distancia de la categorización del lavado. "La fiscalía no pudo probar de que hay riesgo procesal si los imputados quedan en libertad", dijo la jueza. "Que no se sepa adonde está la plata no alcanza para decir que eso es riesgo de fuga. Además, a disposición de la Justicia siempre que se los requirió", agregó.

Fue por eso que el financista Luis Herrera, y sus dos hijos Ignacio y Diego, quedaron está tarde en libertad dejando el compromiso de acercar una caución por u$s 3M (puede ser en propiedades), tal como se lo requirió la magistrada. Tampoco podrán salir del país o tomar contacto con sus clientes. Y cada 15 días deberán presentarse en sede judicial.

La resolución generó alivio en la familia, luego de que Herrera pasara más de 72 horas tras las rejas, y provocó decepción entre ahorristas y querellantes.