La tienda de electrodomésticos Garbarino no abrió este lunes las puertas de sus cuatro locales en la ciudad, uno en el centro, otro en un hipermercado y dos en los shoppings, y aumenta la angustia de los casi 70 empleados que la cadena tiene en Rosario.

Según la escueta información que la empresa le dio a sus trabajadores, mantendrán cerrado los locales hasta que pueda regularizar el pago de deudas salariales. Según contó a Rosario3, Juan Pedonesi, uno de sus empleados, Garbarino debe una cuota del salario de marzo y no abonó abril. Además, arrastra deudas en cargas sociales y aportes sindicales. "Dicen que para esta semana salarían la deuda de marzo, pero no hay precisiones", agregó.

Por su parte, el secretario gremial de Empleados de Comercio Juan Gómez dijo en De 12 a 14 (El Tres) que el conflicto de Garbarino "es a nivel nacional" y la firma viene hace un año con problemas en los pagos de los sueldos,  retrasos que ya fueron notificados al Ministerio de Trabajo de la Nación. "Los gerentes transmitieron que mañana abren. Es una expresión. Son dichos nada más. Estamos en estado de alerta", comentó.

Según el gremialista, la baja de persianas en los locales de Garbarino "se repite en otras sucursales" del país. "Está interviniendo el Ministerio de Trabajo de la Nación. Lo que refieren los trabajadores es que tienen buenos niveles de venta. (La empresa) firmó compromisos de pagos a nivel nacional que no puede cumplir", explicó.

En ámbitos gremiales no deja de llamar al atención que una cadena apueste a bajar las persianas, resignando ingresos, con miras a acomodar su situación. En la actualidad, la empresa tiene muchos empleados suspendidos en Rosario, pero al menos hasta este mediodía no había novedades de nuevos suspendidos o de despedidos.