Sin previo aviso o indicios de estar en crisis, la empresa sueca De Laval cerró este martes su fábrica de equipos de ordeño para tambos ubicada en El Trebol y dejó así, de la noche a la mañana, sin empleo a 42 trabajadores.

Cuando los ahora ex empleados de la firma se presentaron a trabajar esta mañana, se encontraron con ejecutivos llegados desde Buenos Aires y del exterior -ya que estaba uno de los vicepresidentes de la firma sueca- que los estaban esperando con un power point proyectado sobre una pared instándolos a armar una fila, recibir la carpeta que se les entregaba y a firmar su desvinculación de la empresa, mientras se les agradecía el trabajo prestado. 

Si bien la firma abonó en el momento todo el dinero correspondiente a la indemnización, la situación generó mucha conmoción entre el personal, con años de experiencia y antigüedad de trabajo, que ahora se queda sin trabajo. 

No se explicaron las razones del cierre, pero se transmitió que era decisión de la multilnacional de dejar de producir en el país.  

En 2006, DeLaval se fusionó con J.B. Bosio, por entonces líder en el mercado nacional de equipos de ordeño, generando un fuerte crecimiento de los negocios, llegando a tener 70% del parque instalado en el país. Sus oficinas comerciales están en Buenos Aires. Si bien el sector tambero está en crisis, desde la planta del oeste santafesino exportaban a distintos países de América del Sur.

Sin precisar las razones del cierre, esta mañana se especulaba entre el consternado y angustiado personal que la posibilidad de que se puedan en el futuro inmediato importar a precios más barato los equipos de De Laval podría haber influenciado al cierre.

Pero, de acuerdo a lo que pudo saber Rosario3, la decisión fue tomada como parte de un cambio de rumbo en la estrategia global de la compañía, en la que harán mayor hincapié en la fabricación de robots, sensores, software e insumos en detrimento de los equipos convencionales o tradicionales, como eran los implementos de ordeñe realizados en la planta santafesina.

La idea de los suecos es enfocarse en la robotización y automatización de sus equipos de ordeñe para volcar todo su peso en estas tecnologías, y las que se podrían considerar más anticuadas, serán reemplazadas por proveedores externos.

La fábrica que acaba de cerrar sus puertas en el Trébol producía bombas de vacío. Y ahora las partes que se fabricaban en el sur santafesino pasarán a producirse en lugares estratégicos donde le sea más conveniente a la empresa. En muchos casos lo va a reemplazar por proveedores externos, con los cuales hará contratos de fabricación, exclusividad y diseño, como tiene en algunas partes del mundo con determinados tipos de productos.

Con esta noticia se confirma que el gigante industrial sueco no dejará plantas productivas en nuestro país como parte de esta estrategia global, pero sí afirmaron que no corren ningún riesgo el resto de las operaciones. Más allá del cierre de la planta, la red comercial no varía.