La selección argentina empató 1 a 1 en su debut en el grupo D del Mundial de Rusia. En el estadio Spartak de Moscú, el conjunto de Jorge Sampaoli no logró vulnerar a un duro adversario a pesar de haber contado con la mayor posesión de balón y ocasiones propicias para tomar ventaja.

El conjunto albiceleste empezó ganando con tanto de Sergio Agüero a los 18 minutos de juego, pero Alfred Finnbogason lo igualó apenas cuatro minutos después. El astro rosarino Lionel Messi no pudo canjear por gol el penal sobre Meza: a los 18' del complemento, el arquero Halldorsson se lo atajó.

Argentina dejó una imagen preocupante por no haber podido derrotar al, en los papeles, adversario menos calificado de la zona, a pesar de que los islandeses han demostrado que serán un hueso duro de roer para cualquiera, tal como lo hicieron en la eliminatoria europea.

En las tribunas hubo una impresionante presencia de hinchas argentinos, que acompañaron (y sufrieron) el estreno mundialista del equipo del casildense. 

Tras este estreno, el segundo encuentro del grupo será el jueves en Nizhny Nóvgorod contra Croacia, que hoy debutará frente a Nigeria. El cierre será el 26 de junio ante los africanos.




 

Argentina fue superior durante todo el desarrollo, pero no logró exponer en el marcador el manejo de pelota y las acciones que pudo pergeñar a lo largo de los 90 minutos. Los nórdicos son un equipo rocoso, apegado a la marca, que se paró con dos claras líneas de cuatro que le hicieron difícil la generación de juego a los albicelestes.

Acaso, la presencia de Biglia en el mediocampo junto a Mascherano estuvo de más: con un volante creativo al lado del Jefecito (Banega, como en el segundo tiempo, o Lo Celso), quizás habrían aparecido chances más directas. Pero todo entra en el terreno de las hipótesis. 

La apertura del marcador llegó a través de Agüero: el delantero del Manchester City marcó con un potente zurdazo a los 19 minutos. Fue su primer gol en un Mundial, después de todos los disparos desaprovechados en Brasil y en Sudáfrica, en 2014 y en 2010.

Pero la clave del juego fue que Argentina no llegó a acomodarse con la ventaja: tras un titubeo defensivo, el delantero Alfred Finnbogason estampó el 1-1 y se ganó su lugar en la naciente historia del fútbol islandés en el minuto 23. La igualdad dejó pasmada a la selección, que se fue al descanso sin hallar la llave para abrir la defensa rival.

En el inicio del complemento, nada cambió hasta que Meza fue derribado en el área por Hordur Magnusson y el árbitro polaco marcó penal. Esa fue la más importante de las chances de la tarde moscovita, pero Lionel falló ante el portero Hannes Halldorsson y los nervios se acrecentaron.

Un poco tarde llegaron los cambios que le dieron más agresividad al equipo: Ever Banega reemplazó a Lucas Biglia y Cristian Pavón al poco gravitante Di María. Y ahí se jugó casi en la puerta del área islandesa.

Se sumó Higuaín por Meza para los minutos finales, pero entre el gran nivel del arquero y la falta de precisión de Messi, el empate tomó forma y se concretó, generando preocupación generalizada por el futuro de la selección en el grupo.