Argentina jugó un flojo partido y perdió su invicto al caer 2 a 0 ante Uruguay este jueves, por la 5ª jornada de las Eliminatorias sudamericanas. El elenco albiceleste nunca le encontró la vuelta al inteligente planteo de Marcelo Bielsa en la Bombonera y terminó perdiendo con total justicia por los goles de Ronald Araujo en la primera etapa y de Darwin Núñez en la segunda.

De arranque se notó que Uruguay no se la iba a hacer fácil al combinado nacional, que no tuvo espacios en ningún lugar del terreno y se vio asfixiado la mayor parte del juego por los futbolistas de Bielsa.

La primera chance clara fue para la visita: Darwin Núñez aprovechó un gran pase largo, le ganó la posición a Otamendi y, desde una posición óptima, remató desviado. Un par de minutos después contestó el local con un disparo a colocar de Messi de afuera del área que contuvo sin mayores sobresaltos el arquero Rochet.

Luego el partido fue calentándose y hubo piernas fuertes (de ambos lados) y varios tumultos y empujones (Messi llegó a tomar del cuello a Olivera en una trifulca general). Esa imagen fue una postal perfecta del encuentro en el primer tiempo. Mucha fricción, mucha lucha y poco fútbol.

A los 36’ recién tuvo una medianamente clara el elenco de Scaloni a través de Julián Álvarez que pescó un balón perdido en el aire y ensayó una media vuelta que se fue cerca. Pero Uruguay seguía mejor parado y cerca de los 40’ aprovechó su momento: Matías Viña le ganó a Molina (que pecó de exceso de confianza) y metió un centro atrás preciso para Ronald Araujo, que remató de primera contra un palo y adelantó a la visita. El 1 a 0 para Uruguay reflejaba lo que había sido el primer tiempo: Argentina nunca jugó cómoda y La Celeste había estado más cerca.

En el inicio del complemento, los dos DT movieron el banco. Scaloni mandó a la cancha a Lautaro por Alexis (de flojo partido) buscando más peso en el área rival y El Loco Bielsa optó por Giménez para reforzar la defensa. Eso hizo que Argentina se parara unos metros más adelante. Pero la confusión del local no cesó. Ni siquiera cuando unos minutos más tarde, y ante la ovación de los hinchas, el DT le dio pista a Di María.

Muchos jugadores de buen pie no fueron sinónimo de buen fútbol, ni de sociedades, ni de profundidad. De hecho, en todo el segundo tiempo, Argentina no generó ninguna jugada colectiva que inquietara a Rochet (las más claras fueron de pelota parada: un tiro libre de Messi que rozó el travesaño y un cabezazo de Lautaro tras un córner que sacó el arquero) y cerca del final, Los charrúas liquidaron la historia con otra corrida de Núñez que volvió a ganarle a Otamendi y definió con precisión ante la salida de Dibu Martínez.

No hubo tiempo para más: el duro Uruguay del Loco Bielsa planteó un partido inteligente, no dejó jugar a Argentina y se terminó llevando tres puntos de oro. Para Argentina fue un mazazo porque jugó mal y perdió el invicto. Es un llamado de atención para tomar nota y mejorar. Porque el martes se viene Brasil. Y el equipo buscará revancha…