Los caminos de Rosario Central y Marcelo Larrondo volvieron a cruzarse tras la decisión del atacante de reclamar una deuda de dos meses de sueldo no cancelados a la que, según la dirigencia canalla, él mismo había renunciado a través de su propia firma al sellar su traspaso a River.

Al tomar conocimiento de este monto adeudado, y amparándose en la imposibilidad legal de renunciar a derechos laborales como el salario, Futbolistas Argentinos Agremiados impuso una inhibición sobre la entidad de Arroyito, que de no ser revertida, no podría contar con sus refuerzos.

Por eso, la comisión directiva centralista ya se contactó con el representante del jugador (y este a su vez con el abogado), con quien consensuaron la forma de pago de este monto, según los propios dirigentes "insignificante" en el presupuesto que manejan para el desarrollo del fútbol profesional en el club.

"Él había resignado ese dinero como parte de un acuerdo cuando se va a River. Lo que él hace es romper un código y no cumplir con lo firmado y pactado entre partes. Así de sencillo. Pero no nos sorprende. Ya sabemos qué tipo de persona es", le dijo a Rosario3.com una alta fuente dirigencial.