Rosario Central cayó ante Independiente por 2 a 1, por la última fecha de la Superliga de primera división, y cerró un actuación en el torneo para el olvido, que le dejó un promedio notoriamente desmejorado y que lo obligará, en la temporada venidera, a luchar por la permanencia.

Con esta victoria, el Rojo aseguró su clasificación a la Copa Sudamericana y volvió a ganar fuera del Libertadores después de mucho tiempo: el  4 de noviembre del año pasado, había ocurrido la última ante Argentinos Juniors. Por el lado centralista, el 1-2 frustró el cruce con Newell's por Copa de la Superliga.

Los de Cocca empezaron ganando con gol de Ortigoza de penal a los 31' del primer tiempo, tras una falta de Bustos a Zampedri en el área. Pero Pablo Pérez lo empardó a los 39' a través de una buena definición y Martín Benítez, de chilena y producto de un contragolpe, estampó el segundo a los 45'.

Los goles


Independiente ganó con justicia porque fue el mejor de los dos futbolísticamente. Pese a haber empezado perdiendo, el elenco de Holan se repuso en base a la jerarquía de sus individualidades y a una idea de juego fácilmente identificable, mientras que a Central le costó mucho darle buen sentido al balón.

A los auriazules les costó mucho generar juego. La única carta peligrosa fue Maxi Lovera, el más movedizo e inquietante de los delanteros. Después, pese a la llegada de Cocca, fue más de lo mismo: la lentitud de Ortigoza, la intrascendencia de Pereyra y Camacho y la soledad de Zampedri.

Pese a eso, se puso en ventaja cuando había sido el Diablo el que había estado más cerca: Pablo Pérez a los 11' (revento el travesaño) y la jugada acabó con un atajadón de Ledesma. Pero a la media hora, Bustos empujó de atrás a Zampedri y Echenique cobró penal: Néstor Ortigoza no falló y puso el primero. Sin hacer demasiado, los de Arroyito estaban arriba.

Ortigoza grita el primero. No alcanzó. (FotoBaires)

 

De todos modos, la ventaja duró poco: ocho minutos después, Cecilio Domínguez metió un pase filtrado para que Pablo Pérez definiera como 9. Y cuando se iba el primer acto, en una contra fulminante, Bustos penetró en el área por derecha y cedió para que Benítez, tras rebote en un defensor, metiera una chilena de antología. Así se fueron al descanso.

En el complemento, se vio lo peor de Central. Fue sometido al volumen de juego del elenco de Avellaneda y sufrió su anemia futbolística cada vez que la tenía. Salvo por algún arresto individual de Lovera o de Alfonso Parot, no generó chances de gol sobre Campaña. Y no perdió por más goles porque Independiente nunca aceleró.

Con este tropiezo, Central quedó con 19º de 26 equipos con 26 unidades: 6 victorias, 8 empates y 11 derrotas. Y en la tabla de promedios, empezará muy comprometido: ahora se le borran 44 puntos y tendrá que mejorar la cosecha de 58 con la que comenzará el próximo año deportivo, 32 y 26 de las últimas temporadas. Apenas dos puntos más que Newell's y Gimnasia, los últimos.