El fútbol japonés se quedó con el primer gol del 2018 y el merecedor del crédito fue Sho Ito, atacante del Yokohama Marinos.

El delantero recibió un centro dentro del área y, a los 8 minutos, celebró en el arranque de la final de la Copa Emperador.


Pero, la alegría no fue completa: su equipo perdió por 2 a 1 ante el Cerezo Osaka que, además, se coronó campeón del torneo.