Rosario Central llegaba agrandado por el triunfo ante Huracán en Arroyito y soñaba con pelear el campeonato pero Independiente lo bajó de un golpe durísimo en la tarde de sábado en Avellaneda. El canalla perdió 5 a 0, algo que no ocurría desde 1992 (ante Platense). El equipo de Diego Cocca, improvisado por los cambios de nombres, fue una sombra.

Con goles de Alexander Barboza a los 2 minutos, Leandro Fernández, de cabeza, a los 32 y de Braian Romero a los 40, el Rojo se impuso 3 a 0 solo en el primer tiempo. En el segundo, se sumaron a esa lista Silvio Romero y Andrés Roa.

El infierno canalla ante el Diablo comenzó apenas se inició el duelo. A los dos minutos de juego, el local salió de un córner hacia atrás, llegó el centro al área y Alexander Barboza capturó de derecha un rebote y venció a Ledesma.

Los muchachos dirigidos por Cocca no mostraban una reacción, ni existía una mueca de cambio inminente. El único que lucía vivaz era Ledesma. A los 27, el uno canalla tapó un cabezazo de Fernández y luego sacó al córner un mano a mano ante Braian Romero.

A los 30 minutos, el primer tiempo se detuvo para la hidratación de los jugadores. Y en el regreso a la acción, otra vez el golpe, como si a los canallas les costara reaccionar.  Esa vez fue Leandro Fernández, quien selló de cabeza una buena jugada colectiva del local (lujo de Cecilio Domínguez y centro de Sánchez Miño) para aumentar y poner el trámite 2 a 0.

Un aroma agrio, como de azufre, circundó Avellaneda: si Central no mejoraba y el Rojo seguía dispuesto a convertirse en verdugo podía caer una goleada sobre la tarde de sábado.

A los 40, Sánchez Miño desbordó, una vez más. Romero definió, gritó el tercero y confirmó que los temores tenían fundamento. Central ya vivía un infierno y la etapa inicial aún no terminaba.

El cierre del primer tiempo marcó un contraste claro. Ante del inicio del partido, Central podía decir que peleaba el torneo, a solo cuatro puntos del líder River. Apenas 45 minutos después, el canalla volvió a preocupar por su floja producción y miró de reojo la tabla de los promedios.

En el complemento, nada mejoró. A los 6 minutos, el local salió rápido de contra y en dos pases dejó a Silvio Romero con la pelota adentro del área. El goleador definió cruzado y de derecha.

Cocca buscó modificar algo con Sebastián Ribas en cancha en lugar de Lucas Gamba. También puso a Joaquín Pereyra en lugar de Emmanuel Ojeda. Así, agotó los cambios porque ya había entrado Cristian González por Facundo Almada (lesionado), en el primer tiempo.

Pero el Diablo ya estaba encendido y nada podía saciarlo. El 5 a 0 (a los 28) fue obra de Andrés Roa, quien se tomó en serio el rol de ocupar el puesto de Romero.

El golpe fue duro. Central no perdía 5 a 0 desde 1992, ante Platense. La escuadra canalla cortó además una muy buena racha: de los seis partidos anteriores que jugó ganó cinco y empató el restante.

Por supuesto que hay atenuantes: los dirigentes desarmaron el plantel, los refuerzos llegaron sobre la hora y Cocca debió parar un equipo que no se conocía. 

Por ejemplo: Damián Martínez jugó "por necesidad", como dijo el técnico, ya que perdió a Miguel Barbieri, Matías Caruzzo y Nahuel Molina en el mercado de pases y a Diego Novaretti por suspensión. Para colmo en el inicio del juego se lesionó Facundo Almada y debió jugar (también por necesidad) Cristian González, otro recién llegado.

Quizás el tiempo cure esta herida futbolística y habilite un mejor funcionamiento colectivo. Lo que no tiene remedio es el fin a la ilusión de pelear por la Superliga. El objetivo de Central parece ahora más modesto: alejarse del peligro de descenso y ver si una clasificación a una copa es posible (sigue con 29 unidades).

Tabla de promedios. Ver estadísticas en Rosario3
 

Por su parte, el Rojo sumó 25 puntos en el campeonato. Lucas Pusineri logró su primera victoria como DT, tras perder con River y empatar en la Bombonera.