El croata Marin Cilic festejó con todo su triunfo ante el español Rafael Nadal pese a que la victoria se produjo porque el número uno del mundo debió dejar la cancha por una lesión.

Cilic saludó a Nadal cuando éste dijo basta y apenas le dio la espalda soltó su efusividad.

Quizás lo hizo por la importancia del logro, que lo pone en semifinales del abierto de tenis de Australia, o también influyó la manera de festejar del español durante el partido.   

El partido concluyó 3-6, 6-3, 6-7 (5), 6-2, 2-0. Hasta ahí llegó el español y cedió al dolor en la pierna derecha. Después, en conferencia de prensa, explicó: “Tenía la pierna bloqueada. Me dolía mucho cuando me movía. Esperé a ver si los antiinflamatorios hacían su efecto, pero finalmente era imposible moverse, y sin moverme no iba a poder ganar”.