Micros, aviones, autos, camiones. Todo medio de transporte era válido para los miles de hinchas de Rosario Central que llegaban este jueves a Mendoza para acompañar al equipo de Edgardo Bauza en la final de la Copa Argentina frente a Gimnasia La Plata.

A las 15, seis horas antes del partido, una larguísima caravana auriazul entraba a la ciudad a paso de hombre. 

Muchos viajaron también en vuelos charter. Uno de los cuales tuvo una particularidad: un piloto que llevaba bajo la camisa la camiseta de Rosario Central.

En las calles y parques se reproducían las camisetas de Rosario Central y también de Gimnasia. Una verdadera fiesta, que en Rosario se anticipó ayer con la despedida al plantel auriazul.

Ya a la tardecita la fiesta era incontenible.