Hannah Hampton es la joven arquera de 21 años que padece de estrabismo, una enfermedad que no le permite tener una buena visión y se la conoce como "bizquera". 

La actual portera del Aston Villa es uno de los nombres propios de la Women Super League inglesa. No sólo porque esté en plena forma, acumula ya más de 200 paradas en la competición tras haber debutado a los 16 años, ni tampoco porque esta semana se haya ganado su primera llamada con la selección absoluta inglesa. Porque, de pequeña, a Hampton le aconsejaron que mejor que se olvidara de practicar deporte.

Hannah pasó por varias operaciones hasta corregirlo en la mayor medida posible, pero la condición sigue ahí. “Si no agarro el vaso con una mano y la botella con la otra, soy incapaz de rellenarlo. Lo derramo todo”, reconoció esta semana en una entrevista con la BBC, antes de explicar más en detalle su problema.

“No percibo la profundidad. No sé juzgar las distancias. Sinceramente, lo de ser portera padeciendo esto no tiene mucha explicación, pero yo solo juego”, sentenció la portera, incrédula. “De pequeña pasé por la consulta de muchos doctores. En general, todo el mundo me decía que me olvidara de practicar deporte profesional”.

“Creo que uno de los motivos por los cuales estoy aquí es porque siempre me dijeron que no podría hacerlo”. El primer club que detectó el talento de Hannah Hampton fue, el Villarreal. La futbolista se mudó a España con su familia a los cinco años, y empezó a formarse en el club ‘groguet’, donde empezó como delantera centro.

En 2010 su familia volvió a Inglaterra, y ella recaló en la cantera del Stoke City. Allí cambió de posición para convertirse en portera. Y como si no fuera suficiente, en el instituto decidió también probar con el hockey sobre césped.

En 2017 un ojeador del Birmingham City no la quiso dejar escapar, y la reclutó para convertirse ya en futbolista profesional. Por el camino, pasó por todas las categorías inferiores de la selección inglesa. Este pasado verano firmó por el Aston Villa, donde se ha consagrado hasta alcanzar el mejor nivel de su carrera.

“Desde siempre me dijeron que no podría hacer según qué trabajos. Que nunca podría ser piloto, o cirujana… pero yo quería hacer deporte. Siempre. Empecé a hacerlo de pequeña, y no he mirado atrás nunca más”.