La Copa del Mundo Qatar 2022 asoma con mucha expectativa para los futboleros, pero también es sinónimo de polémica e inquietudes por el sitio en el que se realizará, por sus costumbres y por denuncias formales de que allí ocurrieron serias violaciones de los derechos humanos.

Por ello, en las últimas horas, en Francia decidieron no emitir los partidos en lugares públicos en cinco ciudades e, incluso, algunas selecciones como la de Dinamarca expresaron su repudio con algunas actitudes.

A partir de ello, se hizo público una suerte de catálogo de lo que no se podrá hacer durante la estadía de los turistas en Qatar. Por ejemplo, estarán penadas las muestras de afecto, la homosexualidad, la pornografía, el consumo de alcohol y drogas.

El embajador argentino en Qatar, Guillermo Nicolás, estimó que entre 35.000 y 40.000 compatriotas llegarán al país árabe por el Mundial de la FIFA y les recomendó respetar la cultura islámica para evitar comportamientos que puedan “incomodar” y derivar en “penalidades”.

El funcionario sugirió la utilización de “vestimenta conservadora”, recordó que “el consumo del alcohol no es parte de la cultura qatarí” y avisó que “la homosexualidad es un delito” en el emirato, por lo que desaconsejó “toda manifestación pública de conductas que se aparten de nociones tradicionales heterosexuales”.

Del mismo modo, el diplomático alertó que el uso de drogas prevé “penas altísimas, incluso cárcel y deportación”, sin distinción entre la figura de tráfico o consumo personal.

Por otro lado, Nicolás destacó la condición “amable y hospitalaria” de los qataríes pero insistió en la necesidad de acatar las normas previstas en la sharía, el sistema legal islámico.

En consecuencia, se recomienda usar prendas conservadoras, que cubran los hombros y el torso y que los pantalones o polleras sean por debajo de las rodillas. Está prohibido circular por la calle con el torso desnudo y los trajes de baño sólo pueden ser utilizados en las piletas de natación y las playas privadas.

El consumo de alcohol no es parte de la cultura qatarí. Está prohibido beber alcohol en la vía pública y mucho menos circular alcoholizado. Durante el Mundial, el consumo de bebidas alcohólicas sólo estará permitido en lugares habilitados: hoteles de primera categoría y algunos restaurantes y bares. Lo más habitual será encontrarse con hoteles o restaurantes donde no exista la venta de alcohol. En los supermercados tampoco se conseguirá.

El consumo de alcohol puede ser pasible de un arresto y la aplicación de una multa. Las autoridades qataríes han reiterado en numerosas ocasiones que las leyes restrictivas con respecto al consumo de alcohol van a permanecer y que la ley se va a aplicar.

El consumo de drogas está totalmente prohibido y la ley es muy estricta en relación a las penas, tanto para el tráfico como para el consumo personal. No hay ningún tipo de atenuantes. Las multas pueden ser altísimas. Incluso se prevé cárcel y deportación.

La homosexualidad en Qatar es un delito. El concepto incluye, además, toda manifestación pública de conductas que se aparten de nociones tradicionales heterosexuales. Se deben evitar las muestras de afecto, el abrazo en la calle o el ir de la mano, tanto entre personas heterosexuales como homosexuales. También están prohibidas las relaciones sexuales por fuera del matrimonio.

Qatar no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo e incluso su código penal castiga con penas de uno a tres años de cárcel las relaciones sexuales entre hombres.

A la hora de hacer fotos se aconseja pedir permiso antes de fotografiar o filmar a gente por la calle o en los estadios, el choque cultural puede sorprender, por lo que siempre se recomienda mantener el respeto. Tampoco se puede hacer fotos de edificios gubernamentales.

Otras prohibiciones que se mantienen es que no se debe arrojar basura en lugares públicos, no ingresar pornografía o libros religiosos. No se pueden tomar fotos de mujeres ni militares ni levantar el dedo o la mano para llamar a un mesero en un establecimiento público.