Con el corazón en la mano. Así vivió Paolo Montero el partido que su equipo dio vuelta con diez hombres ante Gimnasia. Y tan es así que aceptó haber terminado “emocionado” como hacía mucho tiempo no le sucedía. Y en caliente, aceptó valorar más “el coraje que mostraron, porque un partido así sobrepasa lo técnico y lo táctico”.

“Todavía los nervios están al máximo, todavía no caímos. Hay que premiar a los jugadores por el coraje que tuvieron todo el partido y más cuando quedamos con diez. Es un orgullo por ellos que la gente se haya ido de esta manera”, arrancó el uruguayo.

Según el entrenador, “hasta con once no merecíamos ir perdiendo. Después de la expulsión tuvimos diez minutos en una nebulosa y nos costó armarnos de nuevo, pero cuando arreglamos eso, el equipo fue al frente y buscó el triunfo en todo momento”.

“Ahora en caliente, valoro más el coraje, porque un partido así sobrepasa lo técnico y lo táctico. Pero como entrenadores lo analizaremos mañana, porque hay que planificar el partido de Copa Argentina con Cañuelas. Hacía mucho que no vivía un partido así y terminar emocionado”, añadió.

El oriental comentó: “Gritamos el gol un poco de más y eso te demuestra que el grupo no sólo son los jugadores, sino también los que hacen el trabajo que no se ve: hasta los de seguridad están muy contentos y eso se contagia”.

Acerca de la expulsión de Ruben, respondió: “Nunca hablé de los jueces, viven a mil kilómetros por hora y no lo voy a hacer ahora tampoco. Yo estaba lejos de la jugada y no hablé aún con él; no sé si venía corriendo y lo pisó sin querer o por gusto. Hablaré con él y veré qué me dice”.

“A Rivas y Lovera los evalúo bien, están jugando contra hombres en un fútbol como el argentino, vienen creciendo y los tenemos en cuenta. Cuando necesitamos una mano, los usamos”, concluyó.