El director técnico leproso, Diego Osella, manifestó este sábado que si no se fue del club –por el dinero que le deben– fue "por el plantel". Además, expresó que los referentes rojinegros son "líderes positivos que intentan disimular los problemas" de la institución. "Los dirigentes del fútbol argentino administran pobreza", disparó en relación a la deuda que tiene la AFA con los equipos.

En una entrevista brindada a TyC Sports, el DT explicó que la situación económica de Newell's "es difícil, pero no escapa a la realidad de los clubes". "Tenemos un grupo de líderes positivos que intentan disimular los problemas que hay", agregó.

"Hay cosas positivas. Estamos segundos, ganamos un clásico después de ocho años, pero nunca se encuentra la calma. Tengo un grupo maduro que sortea imponderables. Éste es uno más y parece disimulable porque le pasa a muchos (clubes)", advirtió.

Osella dijo que tiene "diálogo permanente y muy bueno" con la comisión directiva rojinegra. No obstante, por el dinero que le debe Newell's declaró: "Si no me fui, fue por el plantel. Porque confío que tienen mucho más para dar en un contexto de adversidad total en la institución. Cuando llegué hasta los ídolos del equipo estaban cuestionados, y encontré en ellos su mejor versión esta temporada".

"Yo estoy acá porque ganó (Eduardo) Bermúdez. En las elecciones había seis listas y cada uno tenía a su candidato para la dirección técnica", valoró.

El retiro de Mateo, para una película

El entrenador relató cómo fue el momento en el que se enteró que Diego "Pomelo" Mateo iba a dejar de jugar al fútbol. "Terminó el primer tiempo ante San Martín de San Juan. Íbamos arriba 3 a 0. Entro al vestuario y viene Javier (Osella) y me comentó que Mateo me quería decir algo. Pensé que había sentido una molestia", apuntó.

"Hasta acá llegué. Es el momento para retirarme. Sacame a los cinco minutos del segundo tiempo", le indicó el ex volante al DT. "Yo le avisé a Maxi Rodríguez, que estaba afuera porque se había lesionado, y al secretario técnico para que se lo anuncie a la voz del estadio, que me dijo que le dé más de cinco minutos porque no llegaba en ese tiempo hasta esa zona", añadió.

"No lo sabía nadie. (Mauro) Formica se enteró cuando empezó el segundo tiempo. Fue y lo abrazó. Después, a los cinco minutos del segundo tiempo, vino un corner y (Mateo) metió el gol de cabeza. Justo ese día y en ese minuto. Fue el octavo y último gol de su carrera", concluyó.