El vínculo entre Newell's y la marca de indumentaria TBS estaba a un paso de sellarse. Tan es así que la empresa hasta le había entregado al juez Bellizia, a modo de adelanto, dos cheques con el monto de 900 mil pesos que debía quedar en la cuenta judicial. Pero a último momento, con la lapicera en la mano, el acuerdo se frustró.

Es que hubo un fuerte contrapunto entre los representantes de la comisión directiva y el titular de TBS, Manuel Petrakovsky, sobre dos puntos en particular: el diseño de los modelos y los espacios de la casaca que la empresa pretendía negociar por su cuenta.

Sobre esto último, el club no estuvo dispuesto a cederle a TBS los sectores de abajo del número, mangas, clavícula y lado derecho a la altura del pecho, que la marca tenía pensado venderle a terceros, socios suyos, siempre y cuando no compitieran con el sponsor principal. 

En cuanto al diseño, el que planteó su molestia fue la empresa, que no aceptaba que el la secretaría de marketing del club le impusieran el modelo a desarrollar. "Una cosa es consensuar, otra cosa es imponernos si van dos rayitas más o dos rayitas menos. Ninguna marca aceptaría eso", dijo Petrakovsky en declaraciones a LT3.

De este modo, se frustró un negocio que le iba a dejar al club un total de 51 millones de pesos en tres años y medio, con un adelanto de 6 millones ahora más un dos por ciento de regalías de la ropa que se venda y un premio por entrar a la Sudamericana 2018. Ahora, la dirigencia analizará otras propuestas, mientras el equipo seguirá vistiendo Adidas hasta fin de año.