El hincha de Central que falleció este jueves en los minutos previos al comienzo del partido entre el Canalla y Gimnasia por la final de la Copa Argentina, cuando se disponía a ingresar al estadio “Malvinas Argentinas” de Mendoza, se habría infartado en medio del accionar represivo de la policía mendocina en el acceso al estadio.

El hombre, de unos 55 años, se descompuso cuando estaba ingresando al sector sur del reducto mendocino.

Según dijeron allegados de su familia al diario El Ciudadano, quien se descompensó en medio de la represión policial mientras intentaba proteger a su hijo adolescente de una carga a caballo de los uniformados y en medio del humo producido por gases lacrimógenos.

Ante versiones de que la víctima sufría un cuadro de neumonía, un allegado citado por El Ciudadano dijo que el hombre no padecía enfermedad alguna y que, de hecho, la semana pasada se había hecho chequeos médicos de rutina.

“Estaba con su hija y con otros dos hijos, el menor de 16 años, haciendo fila. Estaba todo tranquilo y la Policía empezó a agredir a la gente con gas pimienta y palazos. Le tiraron los caballos encima al hijo más chico, que es de contextura pequeña y Sergio, la persona más tranquila del mundo, y que en otro contexto se hubiera tirado al piso, se sacó: empezó a gritar a la Policía que parara y no paraban. Ahí se descompensó”, fue el relato.