Los dos clubes tenían primeras opciones inviables. Coudet y Martino encabezan la lista de terrenales ante cualquier contingencia en el banco de suplentes de Central o Newell's. Marcelo Bielsa es de otra dimensión.
Pero ambos están con trabajo. Chacho en Alavés de España y Tata en Atlanta United de la MLS.
No obstante, dicen que Central llamó a Coudet, hizo el mandado, pero la respuesta fue la lógica y esperada. No por ahora, está con contrato. Newell's ni siquiera tuvo intenciones de vincularse con Martino, que asumió hace unos pocos días. Seguramente el Tata fue un consultor de lujo para la elección posterior y también un fiel sostenedor de la agrupación que reemplazó a la desastrosa gestión de Ignacio Astore.
Ante la imposibilidad de los lógicos, ambas dirigencias tenían preferidos.
La mayoría de los candidatos rojinegros a la presidencia ya habían hecho pública su “simpatía” por Martín Anselmi, mientras que los auriazules no dieron ni una sola pista nunca. Una marca registrada de esta dirigencia desde que asumió en Arroyito.
Anselmi se bajó por cuestiones económicas, vinculadas al mercado de pases más que a su salario, y los canallas no podían, o no querían, seguir esperando para intentar un vínculo que nadie les aseguraba que conseguirían. En caso de contacto con el “enigmático” habría habido unos cuantos puntos por aclarar que no necesariamente se hubieran podido sanear.
Ante este panorama, o panoramas, tomaron cuerpo las segundas opciones.
De todas maneras, Belloso remarcó el jueves en conferencia de prensa que desde un primer momento pensaron en Almirón. Es más, aseguró que las charlas con el ex Colo Colo comenzaron la misma tarde que despidieron a Holan.
Especulaciones al margen, los elegidos tienen un hilo conductor: son cuerpos técnicos muy trabajadores, aunque de estilos bastante diferentes.
También coinciden en las escasas espaldas que podrían ofrecer ante un hipotético comienzo poco convincente de sus ciclos. Sus musculaturas las deberán modelar con resultados.
Lo bueno es que nadie buscó, ninguno de los dos clubes, entrenadores que hicieran las veces de paravalanchas de las comisiones directivas en caso de tiempos difíciles.
Más allá de que no eran las primeras opciones, tanto Belloso como Boero, o Sensini y Lussenhoff, podrían enumerar unos cuantos argumentos que justificarían las contrataciones de Jorge Almirón (finalista de la Copa Libertadores con Lanús en 2017 y Boca en 2023) en Central y Favio Orsi y Sergio Gómez (campeones con Platense este año) en Newell’s.
Las realidades de unos y otros son diametralmente opuestas, pero las exigencias son igualmente altas.
Para dos cuerpos técnicos sin historia en semejantes clubes, el desafío es muy importante.
La elección de ambas dirigencias también es una apuesta fuerte.
