A pesar de las denuncias de estafa, Torre Shopping se encamina a ser habilitada como hotel

El Concejo Municipal analiza un pedido de excepción que le falta a la desarrolladora para obtener el ok final. Un fideicomiso se hará cargo de pagarle a los damnificados

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Pese al escándalo que suscitó primero por su altura que duplicaba el límite máximo permitido para la zona, y luego por la estafa que supuso para muchos inversores su reconversión de edificio de viviendas en condohotel, Torre Shopping quedó muy cerca de recibir el ok definitivo para su habilitación, en este caso como Mercure.

La comisión de Planeamiento del Concejo Municipal comenzó a discutir esta semana el expediente en el que se pide una excepción mínima al cuerpo legislativo para terminar de destrabar el desarrollo impulsado por el pastor evangélico Alberto Di Carlo. En ese mismo texto figura además la llave ideada junto al municipio para atender los reclamos judiciales de damnificados: un fideicomiso respaldado por BMR Mandatos.

Tanto en dicha comisión como en la de Gobierno, a la que debe pasar luego, estarían los votos necesarios para darle despacho y finalmente aprobarlo en el recinto. Si se llega con los tiempos, el objetivo es tener todo aprobado antes del receso del Concejo, cosa de que el tema ya esté zanjado cuando se retome la actividad política para la última parte del año.

Polémicas desde el inicio

De entrada hubo suspicacias respecto a la aprobación que obtuvo Torre Shopping de parte de la Municipalidad para contar con 67,24 metros de altura, cuando en la zona el límite máximo para construir estaba fijado en 36 metros. Lo curioso fue que no se trató de una excepción, para lo cual debería haber pasado por el Concejo Municipal, sino de una autorización del municipio que permitió prácticamente hacer un edificio arriba del otro, sin ninguna compensación a cambio.

En 2012 iniciaron las obras de lo que sería un complejo de 240 departamentos, 100 cocheras, 10 locales comerciales y múltiples amenidades, tal lo prometido a los inversores. Pero hacia 2016, con el plazo máximo de construcción superado, los compradores se encontraron evasivas a la hora escriturar, y se enteraron de que la torre había sido transferida a Admife SRL, empresa creada por el cuñado de Di Carlo y domiciliada en Boulevard Rondeau 101, es decir, el edificio Torre Shopping.

Pero además, se cambió el destino del inmueble, que pasó de viviendas a condohotel explotado por la cadena francesa Accor. Todo esto sin ninguna notificación a los que habían puesto plata con la promesa de otra cosa. Cuando a fines del año pasado se inició la promoción del hotel Mercure con cartelería, se multiplicaron las denuncias de estafa, lo que derivó en la intervención municipal que prometió no dar el final de obra hasta tanto no se zanjaran estos litigios judiciales.

Fue entonces que el pastor comenzó a negociar con cada uno de los damandantes que tenían sentencia firme, a muchos de los cuales convenció de canjear su inversión por algún lote en Funes, Roldán, Arroyo Seco o Puerto General San Martín, donde Di Carlo promovió sus Tierra de Sueños. Pese a que en el trueque los inversores salían perdiendo, buena parte terminó aceptando para recuperar al menos algo de lo desembolsado.

La fórmula mágica

Tras prolongarse varios meses las negociaciones, la mayoría terminó aceptando seguir con su participación accionaria en el Mercure y bajó su reclamo. Ocurre que los boletos de compraventa tienen más de una década, por lo que sus valores quedaron muy rezagados por más que se lograra algún tipo de actualización. Además, por lo bajo se comentó que no todo lo invertido estaba en blanco, y ante la imposibilidad probar esa otra parte no registrada, muchos optaron por no bajarse del barco.

De acuerdo a los datos oficiales, de los 180 suscriptores que tuvo el emprendimiento, sólo nueve quedaron pendientes de una indemnización. Para resarcirlos, se acordó la creación de un fideicomiso, respaldado por BMR Mandatos con un fondo de $12,5 millones, monto que surgió de un cálculo de sentencias previas y expectativas de juicios en trámite. Este apartado que figura en el expediente se detalla a fines explicativos de la gestión realizada por el municipio con la empresa, pero no está sujeto a debate.

“Este es un caso muy particular, en la que el Ejecutivo trabajó mucho en la búsqueda de una solución, y se espera el aval político para seguir”, dijo en la reunión de comisión el edil oficialista Fabrizio Fiatti. Lo único que se debatirá será un pedido de excepción porque el hotel, además de ser mucho más alto que todo lo construido en la zona, se excedió en el total de edificación total en 168,46 metros cuadrados, más una superficie semicubierta de 13 m2.

“El pedido de excepción es totalmente menor si se considera que el municipio ya los había autorizado a construir mucho más alto de lo permitido, razón por la que se fue a la Justicia”, retrucó la concejala de Iniciativa Popular Fernanda Gigliani en diálogo con Ecos365, considerando que el monto resarcitorio es bajo, y que esta operación está blanqueando todo un proceso plagado de irregularidades.

Pero tal como están hoy las relaciones de fuerzas, todo indica que finalmente saldrá el ok definitivo en el cuerpo legislativo, con el cual finalmente el hotel Mercure será habilitado para funcionar como tal.

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