Desde hace varios meses, un producto insignia de argentina como la carne vacuna ha cobrado trascendencia y notoriedad, a partir del aumento de precios registrado en el mostrador. En un escenario signado por un contexto inflacionario galopante, el poder adquisitivo del asalariado se resiente fuertemente y todo resulta “caro”.

Desde la cadena de ganados y carnes explican que hay varios factores que vuelven más costoso el kilo de carne, en cualquiera de sus cortes. Los costos, la presión impositiva y un desequilibrio entre la oferta y la demanda hacen que el valor pegue “saltos” que repercuten en las ventas y el consumo, que a partir del nuevo Censo Nacional queda claro que es el más bajo en mucho tiempo.

Para conocer qué puede ocurrir en el corto y mediano plazo, Ecos365 consultó al analista ganadero y productor, Víctor Tonelli. Al respecto, explicó: “en función del nivel de animales encerrados en feedlots, que empezó de alguna manera a activarse a fines de marzo, probablemente a mediados de junio o julio la oferta puede estar un poco más equilibrada con la demanda, pero todavía tenemos unas semanas por delante (o un mes) de alguna tensión eventual de precios por algún faltante”.

Por eso descartó, como el propio Gobierno sugirió en algún momento, que la suba de precios tenga relación directa con la guerra entre Rusia y Ucrania. “No ha sido determinante, el desborde del precio de la carne es muy anterior al 24 de febrero cuando comenzó el conflicto bélico”.

Con relación al consumidor, indicó: “no veo que esto de la suba se pueda parar demasiado, es un problema de oferta y demanda y yo todavía observo desequilibrios. Tal vez en un mes o dos se acomode, pero dependerá mucho de la incertidumbre que genera la macroeconomía, el diferencial del tipo de cambio, la inflación y devaluación”

Respecto de la hacienda en pie, Tonelli señaló que observa “de alguna manera en el gordo una situación de ese tipo con faltante más importante en la exportación porque no hay mucho encerrado con ese destino”. Y para finalizar, detalló lo que pasa con la invernada: “aún existe un condicionamiento a todo lo que es la protección de capital y por lo tanto hay productores dispuestos a pagar más con tal de quedar cubiertos con los pesos que recibe por alguna venta de animales o de otro producido”.