Aunque sólo se disputaron un tercio de las competencias, para muchos, Argentina está decepcionando en estos Juegos Olímpicos en los que hasta ahora sólo alcanzó un bronce a través de Los Pumas. Sin embargo poco se dice del profundo desfinanciamiento sufrido por el deporte nacional, que está directamente relacionado con los resultados deportivos.

Un poco de historia

Históricamente Argentina no ha obtenido grandes resultados en los JJOO, pero un cambio de tendencia se produjo en Atenes 2004, cuando obtuvo dos medallas de oro y cuatro de bronce, algo que pudo repetir en Pekín 2008. Luego sumó una de oro, una de plata y dos de bronce en Londres 2012, y tres de oro y una de plata en Río 2016.

Es decir que en 12 años se cosecharon 8 medallas de oro (y 20 en total), cuando en los 76 años anteriores (desde el debut en París 1924 y hasta Sidney 2000), se habían sumado 13 de oro (54 totales). En el medio lo que pasó fue la mayor inversión en deportes, y el puntapié lo dieron los Juegos Panamericanos de Mar del Plata en 1995, donde los mayores recursos y el roce internacional permitieron alimentar procesos que llevan varios años en madurar.

En 2004 se definió que la Secretaría de Deportes se enfocara en los deportistas de alto rendimiento con más posibilidades, lo que benefició a algunos pero impidió ensanchar la base. El mayor salto se dio en 2009, con la creación del Enard, y por el cual durante ocho años los deportistas recibieron financiamiento como nunca antes porque se sostenían con el 1% de la facturación de la telefonía.

Fin de la ilusión

El Gobierno de Mauricio Macri le quitó la autonomía al Enard y comenzó a controlar los fondos en 2017, otorgándole sólo una suma fija al deporte y reteniendo el resto. El número se ajusta año a año por el índice de crecimiento presupuestuario, menor a la inflación y sobre todo en épocas de crisis como la actual. Ya para el 2020, año previsto para los JJOO de Tokio, era evidente que el Enard se había quedado sin fondos, algo que el kirchnerismo tampoco corrigió, y encima se sumó más burocracia estatal que demoró la entrega de dinero. Desde Nación aseguraron que sí se logró otorgar un reconocimiento de $150 mil a cada uno de los atletas.

Pero el apoyo del Enard es casi testimonioal. Por ejemplo, en Los Pumas, los que más reciben son Santiago Alvarez, Lautaro Bazán Vélez, Santiago Mare y Gastón Revol: $55.080 por mes. En un segundo rango están Ignacio Mendy, Marcos Moneta, Matías Osadczuck, Rodrigo Isgro, Lucio Cinti, con $35.640. Los ingresos se complementan con los aportes de la UAR. Pero además, hubo fuertes recortes en el presupuesto de viajes para competencias internacionales, lo que dificultó al extremo la preparación (más en pandemia) y el roce internacional con los mejores.

Cuánto se paga la medalla

Ahora por haber obtenido el bronce, Los Pumas recibirán en total u$s200 mil del Enard, si hubieran obtenido la plata hubieran cobrado u$s250 mil y el oro les hubiera reportado u$s350 mil. Estas cifras son las mismas para todas las selecciones de deportes colectivos. Además, los entrenadores reciben un monto de u$s6.250 por un bronce como es en este caso, u$s8.750 hubieran sido por una plata y u$s18.750 por el oro.

Mientras tanto en las competencias individuales las medallas se pagan con u$s75.000 por el oro, u$s35.000 por la plata y u$s25.000 por el bronce. Si bien los números están muy lejos de lo que pagan países como Singapur, Italia o Indonesia, son mejores que los de potencias como Francia (u$s66 mil), Rusia (u$s61 mil), Estados Unidos (u$s25 mil) y Alemania (u$s20 mil).