El precio del Bitcoin se desplomó 11,54% en los últimos días, y este lunes arrancó en u$s57.000, cuando hace muy poco había tocado el récord histórico de u$s64.000. La primera razón de esta brusca caída es que en Xinjiang, China hubo un apagón masivo de electricidad y allí se ubican varias instalaciones de minería donde se inyectan monedas digitales a la red Blockchain.
Para esto, se necesitan equipos de hardware que resuelvan problemas matemáticos de alta complejidad. Los apagones afectaron seriamente la tasa hash de Bitcoin, es decir, impactó en la medida de potencia de procesamiento de la red Bitcoin.
Según datos de la universidad de Cambridge sobre el consumo de energía de Bitcoin, Xinjiang representa el 36% del poder de hash de China. A escala global, China representa alrededor del 23%. Este entramado es lo que garantiza que la moneda sea una de las más seguras jamás creadas, pero requiere de un gran respaldo detrás que por algunas horas no estuvo.
Otra razón de su desplome tiene que ver con que el Banco Central de Turquía determinó que la compra y venta de criptoactivos es ilegal, por lo que no podrán utilizarse directa o indirectamente para pagar bienes y servicios. Esta medida se debe a que en ese país, la inflación del último mes superó el 16%, por lo que muchos se refugiaron en criptomonedas ante la enorme depreciación de la lira turca. Según datos de Chainalysis y Reuters, el volumen de transacciones diario supera los US$ 27.000 millones en dicho país, ocupando el 29° puesto del ranking mundial.
En tercer lugar, al momento de la caída y en menos de 60 minutos se liquidaron u$s7.600 millones en posiciones largas en criptomonedas, lo que llevó al Bitcoin a cotizar a u$s52.000, según el sitio Infotechnology. Una liquidación en posición larga significa que el dinero salió de un exchange, y esto lleva a que se deba vender una cantidad de bloques dentro del libro de órdenes.
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