De cara a fin de año se proyecta una nueva suba en el precio de la carne que preocupa al Gobierno, quien tomó medidas para impedir que esto suceda. En ese marco, la administración nacional prepara una reunion entre diferentes miembros del gabinete económico para "analizar el fenómeno y hacer un seguimiento de la situación".

Esta información fue difundida por Ámbito a partir de la confirmación de fuentes oficiales, Desde el sector, mientras tanto, advierten que el aumento podría llegar al 20% en el próximo mes y medio si se sostiene un crecimiento de la demanda. 

Durante el último tiempo diferentes relevamientos de precios comenzaron a mostrar una suba en los costos de la carne en las góndolas de los supermercados. Los mismos fueron dectados por el Gobierno dando lugar a que un funcionario solicite reuniones con miembros del gabinete económico para analizar de cerca la situación.

Si bien no se estudian medidas inminentes, desde el Gobierno que “no se va a permitir que haya ningún tipo de abuso que afecte a los consumidores”.

Vale destacar que el congelamiento de precios impuesto por la Secretaría de Comercio el 19 de octubre a través de la Resolución 1050 no alcanza a los productos frescos que registraron fuertes subas según el Indec. Si bien la carne avanzó un moderado 1,3% el mes pasado, la aceleración de las últimas semanas podría sumar algo de ritmo de cara a la última parte del año, según Ámbito.

Entre los factores que explican la suba de precios, el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA) indica que en octubre de este año se faenaron 10,1% menos de animales que el año pasado, lo que provoca una menor oferta de carne en el mercado. Según los cálculos del titular de CICCRA, este año hay alrededor de 600.000 terneros menos que el año pasado.

Los datos del Ministerio de Agroindustria son similares. Fuentes oficiales explicaron al medio que a lo largo de este año se registró una “significativa retracción de la faena de hembras, tanto vaquillonas como vacas, comparado con el nivel de participación de la faena de machos”. Esto provoca una caída de la oferta actual pero tiene un impacto positivo en el stock a largo plazo.

La inflación y la conducta de los productores también inciden en la formación de precios. Según Schiaritti, titular de CICCRA, el precio por kilo vivo de los terneros pasó de $100 el año pasado a $270 este año y que, además, el precio del maíz se duplicó. “El productor pierde entre $4.000 y $6.000 en la ecuación económica de engorde de corral”, detalla. A su vez, los productores invierten en la compra de terneros como cobertura de valor y dejan esos animales para recría en el campo, que si bien es más económico requiere de un proceso productivo más lento.