El Eempa Escuela “Orillas” Anexo 1168 cierra un gran año de crecimiento, ya que duplicó la cantidad de alumnos adultos recibidos al año pasado, y se espera un ingreso mayor. Nació por iniciativa de los propios vecinos del barrio República de la Sexta hace varios años, y se sumó un jardín para sus hijos más pequeños, así como talleres por iniciativa propia.

La asociación civil Orillas trabaja desde hace 13 años en la esquina de Riobamba y Beruti, justo frente a la Ciudad Universitaria de la UNR, dentro del Club Unión y Fuerza. Allí se realizan desde el comienzo talleres para niños y adolescentes del barrio. Pero desde hace algunos años, y a partir de escuchar las necesidades de los propios vecinos, su oferta de actividades no paró de crecer, y la escuela para adultos es una muestra fiel de ello: nació por iniciativa de ellos, y este año tiene algunos alumnos que se acercan desde otros barrios de la ciudad, como barrio Latinoamericano, Rucci y Tablada.

El año pasado en el Eempa se graduaron 15 personas, y este año el número se duplicó a 30, por lo que la emoción que se vivió en el acto de colación fue muy grande, incluso para el equipo de docentes. 

Un momento de trabajo grupal en el cursado de los alumnos en el Eempa.

Carolina Roldán es la presidenta de esta asociación civil, y ella dio a conocer los frutos de estos años de crecimiento, en diálogo con Rosario3: “Se recibieron 30 la semana pasada, y leyeron unos discursos muy emocionantes que no pude evitar lagrimear. Ahora siguen cursando unas 20 personas, y hay unas 50 ya inscriptas para ingresar en el 2024”.

También destacó otro “triunfo” educativo que es inherente a la avidez de conocimiento y crecimiento personal que fue motivado estos años: “De los que terminaron en 2022, ocho egresados comenzaron carreras universitarias en la Siberia, y de los que se recibieron este año, hay 15 que están por empezar”.

Entonces Roldán aseguró que “emociona ver tantos graduados, porque están los dichos de muchos de que «los pobres no quieren progresar, que quieren cobrar planes». En realidad hay que escucharlos para conocer cuáles son sus necesidades y llevar a cabo los proyectos que van surgiendo”.

Discurso de Jésica, una de las personas egresadas del Eempa, leído en su fiesta de graduación.

La mayoría de estudiantes del Eempa son mujeres jóvenes, pero hay hombres también, y mujeres de hasta 60 años. Los recibidos hasta 2022 fue a través del plan nacional Fines , pero desde comienzos de este año Orillas es formalmente un colegio Eempa. Aunque también se trabaja con el plan de la UNR Otra Vuelta, que es por módulos de niveles de 1.º a 5.º. “Tenemos las dos opciones para que elijan de cuál forma prefieren cursar”, destacó. 

Aclaró en torno a otra tarea barrial que muchas organizaciones realizan a pulmón, así como los Centros de Alfabetización para Jóvenes y Adultos (CAEBA), pero que en Orillas no es el caso: “Tenemos algunos padres de los chicos que vienen a Orillas que sabemos que necesitan terminar el nivel primario alfabetización. Pero el Eempa es para los que terminaron la primaria porque comienza desde el nivel de 1º año del nivel secundario”.

Para que puedan cursar, en el club Unión y Fuerza se hizo una adaptación del salón, al cual llaman “multi aula”. Y en un costado separado con una pared, un cuarto más chico, se encuentra el jardín y salón de apoyo escolar. En el futuro cercano también vislumbró planes de ampliación: "Estamos proyectando construir un nivel arriba, porque ya no entramos en el aula por la cantidad de alumnos que cada vez se suma más”.

La esencia de los talleres que se volvió correntada

Orillas es, desde sus orígenes, un espacio para los chicos del barrio. Esa esencia no la pierde, y corre en paralelo a la escolarización de los adultos.

Sumando todos los talleres, este año hubo unos 100 niños y adolescentes participando. “Las cosas van surgiendo de sus inquietudes. Y por eso este año se hicieron talleres de barbería, peluquería y rap por convenio con el plan Nueva Oportunidad; apoyo escolar con voluntarios; robótica a través del Ministerio de Ciencias y Tecnología de Santa Fe; y con Global Shapers y Accenture se dictó talleres de programación, y con el Planetario de energías renovables”, enumeró.

Fue en el contexto de los talleres que surgió la necesidad de escolarización. Carolina recordó: “La idea de una escuela la detectamos en la misma necesidad de los padres y madres que llevaban a los chicos a cada taller, quienes nos manifestaban que desde hace como 20 años buscaban terminar la secundaria, pero no lo conseguían en los Eempa a los que iban y dejaban”.

Una jornada de clases en el Eempa de Orillas, mayoría de alumnas mujeres.

En la medida que comenzaron a cursar los adultos, entonces surgió la necesidad de crear un jardín para los chicos más pequeños, “ya que mayoría de alumnos son mujeres, madres jóvenes, y no pueden cursar trayendo a sus nenes a clases. Se instaló entonces un jardín para sus chicos, y la UNR paga el sueldo de la docente”, destacó la referente de Orillas.

En el Eempa no solo se busca cumplir con las materias formales, sino “sumarles contenidos de acuerdo a las necesidades reales, y las docentes les enseñan, por ejemplo, a armar un currículum para buscar trabajo”.

Entonces la referente reflexionó: “El fin de Orillas es generar oportunidades para que todos tengamos igualdad de derechos, y siempre entendimos que genera desde la educación y el trabajo. Buscamos generar el pensamiento crítico para que tengan su mirada sobre la realidad. Lo que nos parece importante es que además de contenido curricular, aprendan sobre los derechos que tienen, Educación Sexual Integral. No buscamos el asistencialismo: entendemos que a veces surgen necesidades materiales y si se necesita ropa, comida o algo, buscamos ayudar, pero el objetivo es darles herramientas para la vida”.

Finalmente, precisó en torno al futuro cercano: “Sabemos que estamos en tiempos de recortes, pero en Orillas vamos a seguir educando. Y agregó: “Estamos esperando dialogar con la gente nueva del Ministerio de Educación provincial para continuar trabajando en conjunto como hicimos hasta ahora”.

Postal de un alumno en el taller de apoyo escolar junto a su niño.