Un profundo malestar irradió desde la comunidad educativa de la técnica 407 Claudio Pocho Lepratti cuando docentes se enteraron de una iniciativa para cambiarle el nombre a esa institución del barrio Las Flores, muy cerca de otra escuela, la Serrano, donde asesinaron al militante social y asistente de cocina en diciembre 2001.

La versión partió de un grupo de docentes que rechaza la propuesta de renombrar la institución de calle 5 de Agosto al 1500, y que bajó de un sector directivo. Por eso, elevaron una nota interna con su oposición. 

“Por una decisión a puertas cerradas, inconsulta, sin participación de toda la comunidad educativa, se pretende imponer otro nombre a la Escuela N° 407 de Las Flores, la cual desde su inauguración en 2015 es llamada "Pocho Lepratti", así la nombra el barrio y la gran mayoría de quienes habitan la escuela. Pero un grupo reducido con aval de la dirección propone el nombre de "Néstor Kirchner" para la 407, e inició la gestión para llevarlo a cabo”, afirmó Celeste Lepratti, hermana de Pocho y también maestra en establecimientos de Rosario.

“¿Justo a esta escuela? ¿Justo en este barrio? ¿A poco de cumplirse 20 años del asesinato de Pocho ocurrido a manos de la represión policial reutemista? ¿A 20 años de la Masacre de 2001? ¿Es éste un modo de negar la memoria del pueblo, de ocultar su historia?”, reflexionó en sus redes sociales. 

El delegado en Rosario del Ministerio de Educación provincia, Osvaldo Biaggoti, aclaró que la escuela 407 en realidad no tiene un nombre formal aunque la comunidad y el barrio la conocen como Pocho Lepratti.

Biaggoti dijo a Rosario3 que desde la escuela se puede iniciar el proceso correspondiente para asignarle un nombre oficial y esa es la discusión que generó el malestar, aunque dijo desconocer la iniciativa que propone denominarla “Néstor Kirchner”.

Para el funcionario, esa decisión debe tomarse de forma abierta y consensuada con toda la comunidad. “En todo caso se proponen distintos nombres y se votan”, dijo. De todas formas calificó como “prioritario” el de Pocho Lepratti, porque así se la conoce y por lo que representa. 

Celeste reconoció a este medio que desconocía que la 407 no llevara el nombre de su hermano de forma oficial y recordó que en 2015 invitaron a su madre para el acto de inauguración y a ella la enviaron una nota.

“Mi mamá no pudo asistir (vive en Entre Ríos) pero ya estaba dado desde principio que el nombre es el de Pocho. Eso fue consensuado de forma natural porque fue creada por una demanda de otras escuelas de la zona, entre ellas la 756 donde trabajaba y mataron a Pocho. No sé por qué no se designó así de manera formal pero a la escuela le dicen Pocho Lepratti. Desconocer esto es terrible”, explicó a Rosario3.

Algunos debates son saludables pero otros, en determinados momentos, justo a 20 años de cumplirse la masacre de 2001 resuenan más como una provocación. “No se entiende esta propuesta a contramano y de un grupo a puertas cerradas. Que no borren la memoria, que no la tapen”, añadió.

Rosario sufrió seis asesinatos vinculados a la represión policial ese fin de año. El 19 de diciembre, Pocho se trepó a los techos de la escuela 756 Serrano (del otro lado de Circunvalación de donde está la técnica 407) para pedirle a los policías que no dispararan porque ahí solo había chicos comiendo. La respuesta fue un balazo en la garganta que le quitó la vida. 

Se viene un nuevo aniversario de esa violencia institucional que marcó a la sociedad y más que tapar nombres, parece momento de recordarlos y visibilizarlos. Carlos Núñez, director de la Biblioteca Pocho Lepratti, fue uno de los primeros en advertir sobre esa movida y compartió una frase de Rubén Naranjo en el libro Pocho Vive!: “Pocho fue un formador de hombres. Ahora es un hito en la historia de la conciencia de los hombres y mujeres que luchan por alcanzar la Justicia. Su sangre protege a los niños y a las escuelas".