El sábado amaneció con cielo cubierto y con la posibilidad de tormentas aisladas y alguna que otra lluviecita primaveral. Pero después, a tomar coraje porque la temperatura trepará por encima de los 30 grados y no estaría mal tener una pileta cerca.

En las primeras horas de la jornada, el cielo estaba cubierto en Rosario y la región, y se mantenían las condiciones de inestabilidad, luego de un viernes con tormentas eléctricas que dieron vueltas por la región y que produjeron fenómenos de diferente intensidad en el sur de la provincia de Santa Fe.

La temperatura era de 19.9 grados y la humedad del 88 por ciento. El viento soplaba del sudoeste a 18 kilómetros.

Para la tarde, las condiciones del tiempo mejorarán y el sol saldrá por largos ratos, elevando la temperatura hasta los 32 grados, que es la máxima estimada por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Para el domingo, anticipan cielo algo nublado y una máxima de 29 grados.