Especialistas de Rosario y Santa Fe anticiparon un “verano complejo” con mosquitos y dengue en la región, en el marco de un escenario poco alentador producto del aumento de los brotes durante los últimos años en toda Latinoamérica. Señalaron que es necesario acostumbrarse “convivir” con el Aedes aegypti –el mosquito vector del virus– y resaltaron que “el mejor insecticida siempre es la comunicación, información y divulgación” para frenar su producción. 

Florencia Galati, coordinadora de Epidemiología del gobierno de Santa Fe para el sur de la provincia, consideró en Radio 2 que “no hay un escenario muy alentador porque Chaco sigue bajo un brote y hace que entren casos importados”.

Vamos a tener mosquitos y dengue. La idea es empezar a trabajar desde ahora en el descacharrado en balcones y patios porque el mosquito es intra y peri domiciliario, le gusta estar en tapas de gaseosa, detrás de la heladera y en otros lugares”, explicó. 

Es por ello que para Carlos Tasinatto, director de Control de Vectores del municipio, lo más importante en esta etapa es informar a la población sobre qué cuidados y medidas preventivas se pueden tomar en cada domicilio. “No todos los mosquitos son Aedes y no todos los Aedes tienen dengue”, expresó en Radiópolis.

Si bien “todos se crían en agua” lo hacen en “distintos reservorios” y descartó a la fumigación –muchas veces reclamada por los ciudadanos– como una “acción pertinente” en estos momentos: “Puede ser hasta contraproducente, solamente (puede ser útil) en momentos de brote o para bloqueo de caso importado”.

“Antes se hablaba de una manzana saludable, ahora se habla de un patio saludable. Tengo que fijarme en mi casa, apuntar más a lo específico y la prevención casera. Lo principal pasa por la educación”, puntualizó Tasinatto. 

Y agregó: “Al mosquito transmisor no lo vas a tener en un parque o grandes espacios, sí en domicilios. Está muy urbanizado, no va a estar en el campo”.

Además del descacharrado hogareño, el director de Vectores precisó que las larvas que están en agua constituyen “un 80 o 90 por ciento” de lo que termina siendo la población de mosquitos, por lo que el control más efectivo es en dicho estadío. 

“Pasa muchas veces en piletas de natación que no están en uso. Hay larvicidas biológicos de venta libre como la Kaotrina”, recomendó y refirió que a mediados y fines de octubre desde la Municipalidad colocan ovitrampas para detectar dónde se pueden genear los primeros casos y atacarlos en forma temprana.

Contexto geográfico complejo

La particularidad de Rosario y la región se enmarca en un contexto geográfico más amplio: Galati detalló que en países como Brasil y Paraguay hay dengue todo el año y que en Latinoamérica hay de un 20 a 100 por ciento más de brotes respecto a los años previos. 

“Se hacen mediciones en cuanto al mosquito nuestro y al que viene, hay que controlar los primeros casos para que no se perpetúe la infección”, sostuvo Galatti. 

Estamos haciendo muchas cosas mal en cuestión de cambio climático, en cómo cuidamos el medio de transporte, hay muchas estrategias que se están planteando en la Organización Mundial de la Salud (OMS) para poder mejorar, pero esta enfermedad viene para quedarse y brote tras brote se duplica la cantidad de casos”, advirtió la funcionaria.

Sobre el mismo punto coincidió Tasinatto al afirmar que el paso de una etapa de sequía a una de mayores lluvias conspira en contra de cualquier intención de frenar los brotes porque “cada vez convivimos más meses del año con mosquitos”.