La avenida Circunvalación de Rosario vuelve a mostrar una imagen de profundo abandono en el cierre de este 2025. Durante los últimos días, los conductores advierten banquinas cubiertas por pastizales, residuos y animales muertos sobre la traza principal.
Esta situación se percibe con total claridad tanto en el camino central como en las rampas de acceso y egreso. El estado actual de la calzada remite directamente a lo ocurrido el verano pasado, cuando la desidia del Gobierno nacional se extendió durante meses.
Si bien el pavimento y la demarcación se conservan en buen estado general, el deterioro del entorno de la ruta nacional A008 no es una novedad para los rosarinos que la transitan a diario. Durante el ciclo anterior, las tareas de desmalezamiento y limpieza profunda recién se ejecutaron en abril, tras un fallo judicial.
Actualmente, el mantenimiento es nulo o mínimo, lo que sumado a la temporada de lluvias ha provocado que la vegetación cubra copiosa las banquinas. El combo de maleza y humedad eleva exponencialmente la peligrosidad de una traza utilizada por miles de vehículos.
Jurisdicción nacional y reclamos locales
La responsabilidad sobre el estado de la Circunvalación recae directamente sobre el Gobierno nacional. A lo largo del año, tanto el municipio de Rosario como el gobierno provincial repitieron reclamos formales por el estado de ésta y otras trazas nacionales.
A los yuyos altos se suma la presencia de basura general, restos de neumáticos y elementos que yacen durante días o semanas en el mismo lugar. Incluso persisten carteles ilegales de campaña electoral que fueron montados sobre terrenos que pertenecen a la jurisdicción federal.
Riesgos viales y alerta sanitaria en la zona
La preocupación entre automovilistas y camioneros crece debido a la reducción de visibilidad y el riesgo de maniobras bruscas. Sin embargo, el problema trasciende lo vial y se convierte en un foco de peligro para la salud pública.
Los vecinos de las zonas linderas temen por la proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, debido al estancamiento de agua y maleza. Asimismo, la presencia de roedores en los pastizales aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades como la fiebre hemorrágica argentina en la región.



