Que se larga la lluvia, que no. Los anuncios de chaparrones para Rosario se repiten, pero no se cumplen –o se cumplen lejos de la ciudad– y más que nunca la zona necesita agua para poder contener el fuego en el delta del río Paraná. Pero el panorama se avecina “complicadísimo” con una primavera seca por la llegada de “La Niña”.

No vamos a tener ayuda de la naturaleza para apagar los incendios”, advirtió el meteorólogo Oscar Monjelat, consultado por Rosario3. Y anticipó una situación “complicadísima”: “Tenemos más de un 70 por ciento de probabilidades que se instale durante la primavera el fenómeno de La Niña, que es menos agua”.

El problema es grave porque, explicó, se trata de una sequía continuada: “Nos metimos en el invierno, que es nuestra estación más seca, ya con una escasez de precipitaciones desde el otoño”.

Las explicaciones de esta sequía continuada son multicausales y complejas, como la propia meteorología, pero, advirtió, no tienen nada que ver con el fuego de las islas. En las últimas horas se lanzó una teoría que señala que el humo en la atmósfera disipa las nubes y frena las lluvias, generando así una suerte de círculo de fuego.

Debería ser todo lo contrario. “Para que se forme una gotita de agua que pueda precipitar, tiene que tomar peso y eso se logra cuando se juntan las partículas hidroscópicas, y el humo tiene esas partículas”, explicó.

Que no llueva no tiene nada que ver con el humo. No llueve porque no alcanzamos a desarrollar una capa de nubosidad lo suficientemente profunda”, aclaró.