El gobierno nacional, a través del ministro de Transporte Diego Giuliano, afirmó que planea “extender” el dragado sobre el río Paraná y proyecta “una Hidrovía que vaya más allá de Santa Fe”. En paralelo, organizaciones ecologistas y legisladores de la región, como Mónica Peralta, reclamaron por la ausencia de estudios de impacto ambiental. Señalaron, entre algunas de las consecuencias, la sequía de riachos y lagunas del humedal y la mortandad de peces. “Si siguen así van a tener que ponerle rueditas a los barcos en unos años”, graficó Peralta sobre el concepto de convertir al río en una autopista líquida y secar el resto del humedal.

Con el nivel del Paraná que volvió a casi cero metro, a la altura del puerto de Rosario, el canal parece concentrar el poco caudal que queda y los arroyos del Delta sufren la bajante histórica. Como contrapartida, nadie draga ni limpia las bocas de los cursos de agua interiores. “Es impresionante cómo se nos va el agua”, explicaron a este medio desde Victoria días atrás.

La diputada Peralta se hizo eco de esa nota de Rosario3 y se contactó con Javier Núñez, guía de turismo y pesca en las islas e integrante de la organización “Humedales Victoria”, quien explicó los efectos de la sequía de tres años en la región. Entre Ríos dejó de dragar los riachos como hacía en los años 80 y 90. No solo para garantizar el acceso al agua y la navegación (como reclaman los isleños), también para sostener los cortafuegos naturales contra incendios en el Delta.

Ese trabajo dejó de hacerse, tampoco lo realizó la empresa Hidrovía a cargo de la vía navegable o el Estado nacional. “Ahora sobre la bajante se montan los privados que aprovechan y ponen bolsas de arena o neumáticos para tabicar de forma definitiva los cursos de agua del Delta, y expandir así sus campos. Es parecido a lo que hacen con los terraplenes”, denunció la legisladora del GEN.

Para Peralta, “está bien hablar de La Niña pero no podemos quedarnos solo en qué existe ese fenómeno y no hacer nada, hay responsabilidades políticas también”. Apuntó en concreto contra la inacción del gobierno de Omar Perotti, su par entrerriano Gustavo Bordet y Nación por no reactivar el Piecas (que también integra Buenos Aires).

“El Estado parece sólo garantizar y profundizar un modelo de producción que excluye a las grandes mayorías”, sostuvo y argumentó: “En lugar de hacer los estudios de impacto ambiental del sobredragado del río se dedican a discutir cuánto y cómo seguirán dragando para garantizar la rentabilidad del complejo agroexportador. Si siguen así van a tener que ponerle rueditas a los barcos en unos años. Es indignante”.

Con respecto al futuro de la mal llamada Hidrovía (ese era el nombre de la empresa con la concesión de la vía navegable), calificó todo el proceso como “confuso”. 

“La Administración General de Puertos arma y desarma organismos y siglas que son sellos para que no sepamos bien quién se va a ocupar y cómo se van a dar los procesos de concesión. No hay hecho nada para destapar las bocas de las islas e involucrarse con el impacto que ya tiene el último sobredragado que se hizo. ¿El costo es secar el río para que salgan y entren barcos de mejor porte? ¿Para que ganen más los de siempre?”, preguntó.

Sin estudios de impacto

 

Peralta agregó que “ríos, lagunas, arroyos y espejos de agua se secan o disminuyen drásticamente su caudal trayendo consigo la mortandad de animales y pérdidas millonarias en las cosechas”. Recordó las “imágenes de desmoronamientos y derrumbes instantáneos en las riberas y barrancas de la región producidas por la bajante, nos dan una demostración palpable de cómo va desapareciendo nuestra superficie costera y con ella los humedales y toda la vida que habita en ellos”. 

Sin embargo, no hay datos oficiales que refuercen (o por el contrario minimicen el impacto del dragado sobre esos fenómenos). Ariel Ocantos, del Taller Ecologista, afirmó a Rosario3 que desde esa organización ambiental realizaron varios pedidos de informes para conocer los estudios oficiales realizados y no tuvieron respuestas detalladas. 

Riacho del acceso a Victoria, cerca de la toma de agua de la ciudad.

Ocantos dijo que existe un convenio entre la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el Ministerio de Transporte para avanzar con un análisis de ese tipo pero aún no se conoce. Además, el Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable (Ecovina) les respondió que habrá una licitación pública y que en el marco de los pliegos se solicitarán estudios ambientales. “Nos dijeron que llegado el momento se iba a comunicar pero nada más”, apuntó.

“En ese contexto, estas propuestas de elevar el calado a 40 pies es tremendo en términos de proyección y de impacto en el río. Lo que venimos insistiendo en este proceso es que nos den la información con la que cuentan o con que proyectan contar antes de realizar este tipo de obras”, señaló.

En caso de avanzar a ciegas con más dragado, “se puede agravar lo que ya se está viendo en el Paraná, en término de pérdida de costas y de comunidad de peces”.

Mortandad de peces en Victoria y una de las bocas "que es indispensable dragar". (Rosario3)

“Mejorar los costos logísticos”

 

El ministro de Transporte nacional, Diego Giuliano, destacó lo ocurrido durante la última reunión del Consejo Federal Hidrovía y afirmó: “Es muy importante para nosotros escuchar a los gobernadores y encontrar consensos, para generar una propuesta sobre lo que se necesita en relación con el proceso de dragado y balizamiento, que se realiza a través de la Administración General de Puertos (AGP). Porque queremos una Hidrovía que vaya más allá de Santa Fe, que llegue hasta la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay y, en un futuro, hasta el Bermejo e Iguazú”.

“La Vía Navegable Troncal no es solamente una Vía, sino un sistema, con necesidad de extenderse, y generar condiciones para mejorar los costos logísticos. Tenemos una de las tres vías navegables más grandes del mundo, y la nuestra hoy tiene un proceso de normalización y de correr el velo sobre lo sucedido durante los último 26 años, donde había una concesión privada, pero los trabajos de mantenimiento los hacía el Estado nacional, sin cobrar un peso”, agregó el rosarino.

En declaraciones a Télam, Giuliano dijo que “ahora hemos dado un paso adelante estableciendo un peaje internacional y un peaje diferenciado para el tránsito nacional. Y lo recaudado con esos peajes, se volcará en las obras de mantenimiento necesarias para que la Hidrovía siga creciendo y permita el desarrollo de las economías regionales, abaratando costos logísticos”.